Comentario de Matthew Henry | Exodo 9:8-12 | 0 | 2206
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Comentario Éxodo 9:8-12. La plaga de forúnculos y úlceras. - Exodo 9:8-12

Estudio Biblico

Vv. 8—12. Cuando los egipcios no fueron conmovidos por la muerte del ganado, Dios mandó
una plaga que los atacó en sus propios cuerpos. Si los juicios menores no hacen la obra, Dios manda
uno mayor. A veces, Dios muestra a los hombres su pecado mediante el castigo. Ellos habían
oprimido a Israel en los hornos, y ahora las cenizas de los hornos se constituyen en terror para ellos.
La plaga misma era muy molesta. Los mismos magos fueron atacados por los forúnculos. El poder
de ellos fue refrenado antes; pero ellos siguieron oponiéndose a Moisés y confirmando al Faraón en
su incredulidad, hasta que se vieron obligados a ceder. El Faraón insistió en su obstinación. Había
endurecido su corazón y, ahora, Dios justamente le dio en conformidad a las lujurias de su corazón,
permitiendo que Satanás lo cegara y endureciera. Si los hombres cierran sus ojos a la luz, es justo
que Dios les cierre sus ojos. Este es el juicio más doloroso bajo el cual puede estar un hombre fuera
del infierno.

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PASAJE BIBLICO

Exodo 9
9:8 Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón;

9:9 y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, y producirá sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto.

9:10 Y tomaron ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y hubo sarpullido que produjo úlceras tanto en los hombres como en las bestias.

9:11 Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios.

9:12 Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como Jehová lo había dicho a Moisés.

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