“Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos”. Proverbios 20:7 (NTV)
La Biblia dice que Dios bendice a los que tienen integridad (Mateo 5:8). Entonces ¿cuáles son las bendiciones que puede esperar cuando vives tu vida con autenticidad y un corazón puro?
Confianza Personal
Cuando tienes integridad, te conviertes en el tipo de persona que a los demás les gusta tener cerca porque sabes quién eres y para dónde vas.
Proverbios 10:9 dice: “Las personas con integridad caminan seguras, pero las que toman caminos torcidos serán descubiertas” (NTV).
Cuando no tienes integridad, es como caminar sobre una capa de hielo después de una tormenta de nieve. Estas poniendo toda tu energía en tratar de no caerte. Cuando tienes integridad, te sostienes en un terreno firme.
Un Legado Duradero
Tu mayor legado es tu integridad porque durará de generación en generación. Todo lo demás que hagas se pierde. Cuando te hayas ido, tu dinero será dividido entre los miembros de tu familia y será gastado. Tu trabajo será entregado a otra persona. Todos los trofeos que hayas ganado terminarán en el basurero.
Pero tu carácter se reproducirá en las vidas de las personas que te rodean y luego en la vida de las próximas generaciones. Es un legado duradero.
La Biblia dice en Proverbios 20:7, “Los justos caminan con integridad; benditos son los hijos que siguen sus pasos” (NTV).
Recompensas en la Eternidad
Mateo 25:21 dice: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más” (NVI).
Tendemos a pensar que las recompensas se reciben por los grandes momentos de la vida, donde todo el mundo está mirando. Pero es en los pequeños momentos que muestras una integridad real. Cada pequeña palabra de aliento que des la próxima semana será recompensada eternamente. Cada pequeño acto de bondad será recompensado en la eternidad. Cada vez que rechazas una tentación, te será recompensado en la eternidad.
¡Ese es el poder de la integridad y la diferencia que hace no sólo ahora sino por la eternidad!
Reflexiona sobre esto:
Piensa en un momento en que debiste haber tenido integridad, pero no lo hiciste. ¿Cómo te afectó emocional, espiritual y físicamente?
¿Cómo marca tu integridad una diferencia para la próxima generación?
¿Qué pequeñas cosas puedes hacer esta semana, que nadie se dará cuenta, pero que demostrará tu integridad a Dios?