Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. —Génesis 1:4
Como creyentes, tú y yo tenemos disponible la misma calidad de vida que Dios tiene. Su vida no está llena de miedo, estrés, preocupación, ansiedad o depresión. Y afortunadamente, el nuestro tampoco tiene por qué serlo. En lugar de preocuparte, Dios toma el tiempo para disfrutar Su creación, las obras de Sus manos.
En el relato de la Creación registrado en Génesis 1, las Escrituras dicen con frecuencia que después de que Dios hubo creado cierta porción del universo en el que vivimos, vio que era bueno (adecuado, agradable, digno, admirable), y Él lo aprobó. (Véanse los versículos 4, 10, 12, 18, 21, 25, 31.) Me parece que, si Dios se tomó el tiempo para disfrutar cada fase de Su creación, Su obra, entonces tú y yo también podemos tomar tiempo para disfrutar de nuestro trabajo. Podemos regocijarnos con gratitud sabiendo que Dios nos da la libertad de disfrutar nuestros logros.