Y es que Job en carne propia experimento gran abundancia y también grandes pérdidas materiales, una esposa necia, luto e incluso un terrible enfermedad, que mejor que su testimonio para asegurarlo.
La biblia nos dice que Job persistía en integridad, Job 2:9 -10 9 Su esposa le reprochó:—¿Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete!10 Job le respondió:—Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos recibir también lo malo?A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra.
Sufrir bien no es resignación, sino confiar en Dios, que siempre tiene propósitos sabios y santos ¿se ha puesto a pensar cuantas personas han sido consoladas y alentadas a seguir confiando en Dios a través de la vida de Job? De la misma manera Dios tiene propósitos que jamás podríamos imaginar con cada situación que vivimos, el descontento y la necedad hacen que el ser humano acuse a Dios, el deber del creyente es evitarlos a toda costa para no pecar, ni siquiera de palabra.
La pregunta es ¿Vamos a recibir de Dios lo bueno, pero no lo malo? Job 2:10 PDT.
En la primera oportunidad que se le dio permiso a Satanás para afectar a Job, se le prohibió tocar su cuerpo, en la segunda oportunidad ese fue su pedido como única carta por jugar que le quedaba, la meta de Satanás era que Job maldijera a Dios, y así con cada creyente, su meta es alterar, descarriar y destruir a los que aman a Dios. Satanás insiste en que un ser humano hace “lo que sea” por salvarse y que su vida no corra peligro, es decir un ser humano vive con miedo de perder la vida, en el caso de Job, seria a través de una enfermedad, pero por medio de la obra de Jesucristo, que nos ha dado un nuevo nacimiento, una nueva naturaleza y la mente de Cristo, nuestro deber es demostrar que no tememos perder la vida, si de glorificar a Dios se trata, sirviéndole y anunciando su palabra.
Job no le dio espacio a la jactancia en la prosperidad, ni a la queja en la aflicción, solamente en Dios podemos encontrar una ayuda presente en todos los tiempos y en todas las etapas, aunque lo tengamos todo o lo perdamos todo, y en el caso de Job la totalidad de sus bienes y de sus hijos, nuestro Señor Jesús sufrió más de lo que sufrió Job y de lo que pueda nuestra mente imaginar, Él vino a destruir las obras de Satanás. Podemos contar con la certeza de que Dios siempre hace memoria de los que le obedecen. Job 2:3ª Entonces el SEÑOR le dijo a Satanás:—¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en la tierra.
Satanás siempre tiene un límite, por tanto confiar en Dios es seguro, Dios ha demostrado ser digno de confianza y su poder ilimitado. Salmos 24 :1Dios es dueño de toda la tierra y de todo lo que hay en ella; también es dueño del mundo y de todos sus habitantes.
1 Crónicas 29:11 -12 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.