La filosofía del mundo nos dice que para amar a otras personas primero debo amarme a mi mismo, es una corriente que se acepta cada día con mas popularidad, sin embargo el ser humano siempre se ha amado a sí mismo y en honor a ello a cometido abusos incluso contra si mismo, como el narcisismo y hedonismo, por eso no encontramos en la biblia un mandamiento para apoyar esa idea, lo que si nos dice la biblia es que amemos a Dios por encima de todas las cosas ( incluyéndome) y que ame a mi prójimo como a mi mismo. Mateo 22 :37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Pero el orden para yo poder amar a otros y amarme correctamente, es amar a Dios y guardar su palabra. Amar a otros, es un acto que requiere de humildad, es un amor cortes que tiene en mas alta estima a las personas que le rodean, independientemente si tiene afinidad o no, es un amor que requiere de servicio y compañerismo, nada tiene que ver con adulaciones y conveniencias, es un amor que se reparte con justicia, sin importar raza, nivel académico o socioeconómico, por ello es incoherente que alguien diga que ama a Dios y que aborrece a un compañero, un dirigente, un vecino, o un familiar.
1 Juan 4: 7 Estimados hermanos, amémonos unos a otros porque el amor viene de Dios. Todo el que ama tiene a Dios como su Padre y conoce a Dios.
8 El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.
9 En esto Dios nos demostró su amor: en que envió a su único Hijo al mundo para que tuviéramos vida por medio de él.
10 El verdadero amor de Dios no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino el amor que Dios demostró al enviar a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
11 Estimados hermanos, si Dios nos demostró su amor de esa manera, debemos amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Sin embargo, si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha manifestado plenamente en nosotros.
13 Así es como podemos saber que nosotros permanecemos en Dios y él en nosotros: porque él nos ha dado su Espíritu.
14 Nosotros vimos y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser el Salvador del mundo.
15 Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.
16 Así sabemos que Dios nos ama y confiamos en el amor que él nos tiene.
Dios es amor. El que permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en él.
17 De esta manera, el amor alcanza su plenitud en nosotros, y así podremos estar seguros en el día del juicio. Tenemos esa confianza porque como Jesús[d] es, así somos nosotros en este mundo.
18 El amor no sufre del miedo. Por el contrario, el amor que es maduro echa fuera el miedo, pues el miedo tiene que ver con el castigo. Así que el que sufre del miedo, todavía tiene que madurarse en el tema del amor.
19 Nosotros amamos porque Dios nos amó primero.
20 Si alguno dice que ama a Dios, pero odia a su hermano, es un mentiroso. Porque si no ama a su hermano, a quien puede ver, mucho menos va a amar a Dios, a quien no puede ver.
21 Dios[e] nos dio este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Cuando algo nos disgusta de otra persona, es importante reconocer lo que espiritualmente sucede en medio del desacuerdo, y atacar siempre el problema y no la persona.
El amor propio según Dios se refleja primero en mi disciplina para orar y leer la biblia, porque es la decisión mas inteligente que puedo hacer por mi bien, Jeremías 29:11 Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. También se refleja en mis hábitos de alimentación, de ocio y descanso, si me alimento bien, me esfuerzo por tener todos mis asuntos en orden, ejercito mi cuerpo y evito malas prácticas como caminar encorvado, desaseo entre otras, lo hago para glorificar a Dios con mi cuerpo, no lo hago para hacer de mi cuerpo un ídolo y caer preso de los estereotipos terrenales; y cuando tengo tiempo para descansar y seguir glorificando a Dios debo ser cuidadoso con las actividades, es decir, incluir en ellas un compartir, puede ser visitar enfermos o amigos que estén atravesando momentos difíciles, a veces invertimos mucho dinero en planes de descansos que sobrealimentan el ego, ahora es momento de invertir dinero en planes de descanso que involucre tiempo ayudar a otros, piensa en un voluntariado, eso te hará bien. Proverbios 11:25 El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado.
Nos encontramos en una década donde las redes sociales nos hacen creer que todos son mas felices, bellos y millonarios que yo, y ese es uno de los efectos nocivos del amor propio que promueve el mundo, pero cuando amo a Dios por encima de todas las cosas, empiezo a creer lo que Dios dice para mí en la biblia , y me rindo a sus propósitos.
Podemos concluir que amar a Dios, y amar a los demás en sus diferentes expresiones, es un acumulado de acciones que produce un sano autoconcepto y autoestima, en una medida justa, alejada de la altivez y aferrada a la humildad y al gozo que el mundo no puede dar.
Sharon Sáenz.