“Enséñame cómo vivir, oh Señor. Guíame por el camino correcto”. Salmo 27:11 (NTV)
Puede parecer obvio, pero una cosa que puede impedirte conocer la voluntad de Dios es no preguntársela. Santiago 4:2 dice: “no tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios”. Dios conoce los detalles de tu vida mejor que tú. Por eso, contrata a tu “consejero” y hazle preguntas específicas. Él te guiará a través de tus circunstancias y sentimientos.
Piénsalo: no sólo tienes el libro guía, la Biblia. También tienes al autor hablándote al oído. Cuando te convertiste en creyente, Dios puso el Espíritu Santo dentro de ti, y desde entonces Él te ha estado enseñando a escuchar y responder al consejo del Espíritu Santo. Dios conoce cada paso del viaje y comprende las bendiciones y los peligros que se avecinan. Sabe dónde has estado y a dónde vas, y conoce el mejor camino que debes tomar.
La principal forma en que el Espíritu Santo te guía es recordándote lo que has leído en la Biblia. Por eso memorizamos las Escrituras. Guarda su Palabra en nuestra mente, y el Espíritu Santo nos ayuda a recordar.
La otra forma en que Dios te guía es mediante impresiones. Dios te dio un cerebro, y quiere que lo uses. Dios no te controlará; te ha dado libre albedrío. Pero te dará una idea, y cuando respondas a ella, Él comenzará a completar los detalles.
Cuando Dios te da una idea, eso se llama inspiración. Cuando el Diablo te da una idea, eso se llama tentación. Cuando necesites saber la diferencia, pregunta: “Enséñame cómo vivir, oh Señor. Guíame por el camino correcto” Salmo 27:11 (NTV).
Reflexiona sobre esto
¿Qué técnicas de memorización bíblica utilizas? Si no estás memorizando ningún versículo, ¿cuál es una forma sencilla de empezar esta semana?
¿Por qué crees que Dios quiere que respondas a su guía antes de que Él te de los detalles sobre una idea o impresión?
¿Qué es algo que has necesitado pero no le has pedido a Dios?