Estudio Biblico
¿Qué hace a una persona aceptable a Dios? El camino a la redención comienza, no con la decisión de vivir mejor o dejar de hacer algo malo, sino con la conciencia de que no podemos reformar nuestra naturaleza pecaminosa. Para encontrar el favor del Señor, debemos comprender que es imposible volvernos justos por nosotros mismos; tenemos que depender del sacrificio que Jesús hizo por nosotros. Cuando confiamos en Cristo como nuestro Salvador, Dios Padre aplica el beneficio del sacrificio expiatorio de Jesús a nuestra deuda de pecado, haciéndonos salvos, es decir, aceptable a sus ojos.
Nuestras buenas obras no tienen ningún valor para Dios. Comparadas con las acciones de otros, nuestra generosidad y buenas obras pudieran parecer suficientes para lograr el favor del Señor, pero la Biblia dice: “No por obras, para que nadie se gloríe” (Ef 2.9). Cuando usted está delante de Dios, la única manera en que puede ser perdonado de sus pecados es por medio de Jesucristo y su muerte expiatoria en el Calvario. Jesús vino a dar su vida en rescate por muchos (Mr 10.45).
La crucifixión de Cristo fue la demostración pública del odio de Dios al pecado y de su inmenso amor a la humanidad. El que estaba libre de culpa llevó el castigo por todos, a fin de que la humanidad impía y corrupta pudiera ser hecha justa.
No importa lo que usted haya hecho, puede ser limpiado del pecado. Reconozca sus transgresiones y apártese de ellas; entonces el Señor le perdonará y escribirá su nombre en el libro de vida del Cordero (1 Jn 1.9; Ap 21.27). Si pone su fe en Cristo, puede estar seguro de que pasará la eternidad junto a Él.
25:2 Dios mío, en ti confío;No sea yo avergonzado,No se alegren de mí mis enemigos.
25:3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;Enséñame tus sendas.
25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,Porque tú eres el Dios de mi salvación;En ti he esperado todo el día.
25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,Que son perpetuas.
25:7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,Por tu bondad, oh Jehová.
25:8 Bueno y recto es Jehová;Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
25:9 Encaminará a los humildes por el juicio,Y enseñará a los mansos su carrera.
25:10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
25:11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,Perdonarás también mi pecado, que es grande.
25:12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?El le enseñará el camino que ha de escoger.
25:13 Gozará él de bienestar,Y su descendencia heredará la tierra.
25:14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,Y a ellos hará conocer su pacto.
25:15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,Porque él sacará mis pies de la red.
25:16 Mírame, y ten misericordia de mí,Porque estoy solo y afligido.
25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;Sácame de mis congojas.
25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,Y perdona todos mis pecados.
25:19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,Y con odio violento me aborrecen.
25:20 Guarda mi alma, y líbrame;No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
25:21 Integridad y rectitud me guarden,Porque en ti he esperado.
25:22 Redime, oh Dios, a IsraelDe todas sus angustias.