Dios pone promesas y sueños en nuestros corazones. Sabemos que nos vamos a poner bien o que nuestro negocio va a dar la vuelta. Pero Dios no nos dice cómo o cuándo va a suceder. Con demasiada frecuencia, si no está sucediendo de la manera en que pensamos o en nuestro horario, nos ponemos ansiosos. Ponemos a Dios en una caja y le decimos cómo hacerlo, cuándo debe suceder y a quién usar, lo que solo conduce a más frustración. Aquí está la clave: una vez que oras, una vez que crees, tienes que dejar cómo y cuándo Dios lo hace a Él. Los caminos de Dios no son nuestros caminos. A veces toma más tiempo porque Él tiene algo mejor reservado. Tienes que confiar en el tiempo de Dios y confiar en Sus caminos. Tienes que soltar el control. Libera el tener que hacer que suceda a tu manera.
Dios ya ha resuelto lo que te molesta. Conoce el final desde el principio. Pero aquí está la clave: no nos da los detalles. Si supieras cómo va a salir todo, no haría falta fe. Aunque sientas que estás retrocediendo, si Él te dijera que dentro de tres meses se abrirá una gran puerta que te pondrá adelante, te relajarías y dirías: "Está bien, todo saldrá bien. " ¿Por qué no haces eso ahora? Dios lo tiene todo planeado. Está haciendo cosas que no puedes ver. Se avecinan buenas oportunidades: sanación, favor, las personas adecuadas. Ya están en tu agenda. Si liberas el control de lo que te preocupa, puedes disfrutar de tu vida mientras esperas que las cosas cambien.
La Escritura dice: "Porque los que hemos creído entramos en ese reposo" (Hebreos 4:3). Siempre que esté esperando que algo cambie, tal vez que su salud o sus finanzas mejoren, una vez que haya creído, no tiene que resolverlo todo. Cuando no veas que nada cambia, quédate en reposo. Cuando estás en reposo, le muestras a Dios que confías en Él. Tal vez estés pensando que ya habría sucedido. Podrías estar preocupado y quejándote, pero en cambio estás agradeciendo a Dios, estás declarando Sus promesas, estás dando lo mejor de ti cada día.
Cuando estás en reposo, estás en la fe. Eso es lo que permite que Dios trabaje. Pero si está molesto por lo que no cambia, preocupado por sus finanzas y no puede dormir porque su hijo se ha desviado del rumbo, eso es una señal de que ha dejado de creer. Necesitas entrar en el descanso de Dios. Vuelve a un lugar de paz. No puedes confiar en Dios y estar preocupado al mismo tiempo. Cuando estás en reposo, sabes que Dios tiene el control, sabes que todas las cosas van a funcionar para tu bien, y sabes que lo que Él comenzó, lo terminará.