Deseamos enseñarles a nuestros hijos las verdades bíblicas, y formar en ellos corazones de discípulos que amen a Jesús y sigan sus palabras, ese deseo se ve atacado por las múltiples ocupaciones que nos absorben la energía física, emocional y mental, un estudio reveló que 1 de 10 familias que se identifican como cristianas leen la biblia juntos, este resultado es aterrador.
Sin embargo son muchas las familias que buscan estrategias de acuerdo a la edad de sus hijos para enseñarles la verdad de la palabra de Dios, y ningún esfuerzo es en vano, nuestro objetivo no es tener hijos felices o sin fracasos, sino como padres, hemos recibido el llamado a guiar a nuestras generaciones hacia los caminos de la sabiduría y el entendimiento de Dios Deuteronomio 6:1-3 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla; para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres (Proverbios 22:6, Efesios 6:4).
1.Teatro en casa. Algunas actividades como estas requerirán un poco de preparación, pero tomen un día especial por mes para representar alguna de las historias que estuvieron leyendo durante este mes.
2.Haciendo frente a la realidad con la palabra. Existen muchos momentos espontáneos en la cotidianidad de nuestros hijos en los que podemos marcar su corazón a través de la Biblia. Por ejemplo, quizás sus hijos enfrenten frustración por alguna situación en la escuela, ansiedad por un examen, dolor por la muerte de una mascota o de un ser querido, enojo por una discusión con uno de sus hermanos o con usted. Cuando les ayudamos a nuestros hijos a encontrar una respuesta en las Escrituras, les estamos entrenando para que más adelante busquen respuestas en la Biblia por su propia cuenta.
3.Tecnologías de la información, si, así como lo lees, los dispositivos electrónicos pueden ser una herramienta para estudiar la palabra de Dios, te recomiendo ver capítulos del Superlibro, descargar la aplicación “Lectura Pública de la Biblia” y leer el mismo versículo en varias versiones.
4.Caja de preguntas. En casa puedes tener una caja y cada vez que tu hijo tenga una pregunta sobre Dios o alguna historia en particular, la idea es que la escriba, la puedan resolver juntos a la luz de la palabra y guardarla en la caja . Otra variante de este juego es hacer preguntas sobre las historias que ya estudiaron en días anteriores y al azar debe sacar una y responder, de esta manera se preparan desde pequeños para hacer defensa de su fe.
5.Manos a la obra. Hay muchas historias y pasajes bíblicos que tienen una clara y práctica enseñanza que darnos, e incluso, pueden ser fácilmente aplicados en nuestra cotidianidad. Donar juguetes, ropa, comida, visitar a un amigo enfermo y orar por el, son algunas formas practicas de obedecer a Dios.
Nuestro rol es acerca de entregar nuestra vida de tal forma que logremos influenciar la vida de nuestros hijos a través del conocimiento de Dios y su palabra. Nuestro rol no puede ser delegado en otras personas, iglesias u organizaciones. Y el tiempo pasa rápido, muy rápido. No podemos permitirnos postergar el estudio de la Biblia para cuando tengamos más tiempo y menos complicaciones.
Hoy es el día de invertir en el crecimiento espiritual de sus hijos. No necesita esperar a que ellos crezcan o tengan la edad suficiente para ir a la clase de los niños en la Iglesia. Hoy más que nunca, los niños enfrentan más desafíos, y a una edad cada vez más temprana. Entonces, presentarles a Cristo ahora, mientras son niños, es el regalo más importante que puede darles.