Proverbios 27 :19Como el agua refleja la cara, así el corazón del hombre refleja
al hombre.
Como padres tenemos la responsabilidad de ir trazando un camino y que nuestros hijos sigan nuestras huellas, sin embargo hay dos motivaciones al momento de tomar una decisión, el “que dirán” o vivir aprobado por Dios, seria equivalente a construir sobre la arena o construir sobre la roca, sobre ambos van a venir vientos fuertes y tempestad, pero solo uno permanecerá firme.
La integridad es uno de los valores bíblicos más importantes, es la capacidad de hacer lo que Dios ordena en público pero también en privado, esta ligado a la sinceridad, es ser el mismo aquí, allá y en todo lugar, hasta lograr ser predecible por cualquiera que nos acompaña, la persona integra no es motivada por las filosofías temporales y las modas volátiles, y en muchas oportunidades es tachado de anticuado, débil o aguafiestas, porque no es imprudente ni se deja dominar por las emociones del momento.
Además de todo lo anterior es importante resaltar que lo único que motiva a aquel que persigue la integridad es ser hallado fiel y aprobado por Dios en todo lo que se ha confiado, esto incluye los hijos, por lo tanto, la persona íntegra, guarda su corazón y no le preocupa el que dirán de otros mortales. 1 Samuel 16:7 pero el SEÑOR mira el corazón.