Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos. —Salmos 27:10
Fuimos creados para la aceptación, no para el rechazo. Ser rechazado es ser desechado por no tener valor o por ser indeseable, pero Dios hace lo contrario. Él te atrae hacia Él y te considera de gran valor. El hecho de que Dios envió a Jesús a morir por ti demuestra que eres amado y valorado por Dios.
Si has luchado con problemas de autoimagen en tu vida, puede deberse a una raíz de rechazo. El dolor emocional del rechazo es uno de los más profundos que se conocen. Especialmente si el rechazo proviene de alguien a quien amamos o esperamos que nos ame, como padres o cónyuge. Ciertamente, vencer el rechazo no es fácil, pero podemos vencerlo a través del amor de Jesucristo.
En Efesios 3:18, Pablo oró por la iglesia para que conocieran “la anchura, la longitud, la altura y la profundidad” del amor que Dios tenía por ellos. Dijo que esta experiencia supera con creces el puro conocimiento.
Mira todas las formas en que Dios muestra Su amor por ti, y superará el rechazo que pueda haber experimentado de otras personas. Cada vez que Dios te da Su favor, te está mostrando que te ama. Hay muchas maneras en las que muestra Su amor por ti todo el tiempo. Te animo a que comiences a buscarlos hoy.
Una profunda revelación del amor de Dios por ti destruirá cualquier raíz de rechazo.