Estudio Biblico
La primera batalla entre la fe y la razón humana tuvo lugar en el huerto del Edén. Incitada por las mentiras de la serpiente, Eva comenzó a mirar su situación desde una perspectiva puramente lógica, y juzgó que Dios le estaba impidiendo disfrutar de algo bueno. Su fe vaciló cuando ideas aparentemente lógicas llenaron su mente (Gn 3.4-6).
No estoy diciendo que el camino de la fe nunca sea lógico, pero al funcionar solamente sobre la base de la razón, el conflicto con el Señor es inevitable; porque sus instrucciones y sus acciones no siempre parecen razonables desde la perspectiva humana. Aunque Isaías 55.8, 9 dice que los pensamientos y los caminos de Dios son más altos que los del hombre, muchas personas creen saber más que Dios.
El apóstol Pablo enfatiza esto cuando señala que las decisiones de Dios son locura según las normas del mundo. Su mensaje de salvación parece una tontería, y sus mensajeros parecen insignificantes (1 Co 1.20, 21). En un mundo que valora más el reconocimiento y la admiración, la persona que cree en la Biblia es considerada débil y necesitada de la muleta religiosa para enfrentar la vida. Pero la Palabra de Dios explica que al reconocer nuestra impotencia nos apoyamos en el Señor para vivir rectamente.
Aquel día en el Edén, el pecado y el orgullo entraron en el corazón humano. Pero toda la sabiduría del mundo es declarada nula por Dios. Él no está buscando personas grandes e impresionantes, sino siervos débiles y humildes que puedan jactarse solamente en Cristo. Únicamente el Salvador es nuestra fortaleza y sabiduría.
1:19 Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
1:20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
1:21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
1:22 Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
1:23 pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura;
1:24 mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
1:25 Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
1:26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
1:27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
1:28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
1:29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
1:30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
1:31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.