Con la llegada de los hijos al matrimonio muchas rutinas cambian, y algunas actividades de ocio pasan a un segundo plano porque hay una nueva prioridad en nuestras vidas, y todo esto parece obvio pero hay un numero alarmante de madres sufriendo depresión y ansiedad de todo tipo de edad, especialmente las mas jóvenes porque el contenido del que se alimentan en redes sociales les hace pensar que ya no tienen tiempo para ellas, por estar atendiendo a sus hijos y esposo, cambian el disfrute de la crianza a pesar de todas las responsabilidades, por el tedio y la queja.
Ven a otras mujeres que son contemporáneas o famosas que si van a la peluquería, salen a viajar, se arreglan las uñas, van a un concierto y tienen “mas vida social” que ellas y ello les produce envidia e insatisfacción. Se olvidan de cuando anhelaban tener un bebé con ilusión o mientras estaban en embarazo las palabras de automotivación que se dieron para no abandonar la misión, y por desear la vida de otras pierden el gozo de las experiencias propias del presente.
Si te sientes identificada, te digo con mucho cariño, “ ya vendrá el tiempo para ello” ahora tu casa esta llena de juguetes y bullicio, y 24 horas a veces no parecen suficiente para tantos quehaceres, quisieras una niñera, que tu esposo tenga un sueldo mas abundante y otras ayudas para embellecerte, alcanzar logros personales, viajar y estrenar objetos, pero cuando tus hijos crezcan y puedan hacer actividades por si solos te darás cuenta que nada de lo publicado en redes es realmente felicidad, la mayoría de momentos felices no alcanzan a ser capturados por una cámara y todo el mundo no tiene necesidad de enterarse.
No tiene nada de malo, estudiar o emprender después de los 40, si sientes que ahora no tienes los recursos para empezar, como es mi caso y sé que es el de miles de madres a mi alrededor, lo puedes postergar, pero nunca dejes de soñar ni de disfrutar las bendiciones de tu presente, en proverbios 23:17 nos dice Dios “No envidies a los pecadores, en cambio teme SIEMPRE al Señor. Si lo haces serás recompensado; tu esperanza no se frustrará”
Al concentrarnos en descubrir y disfrutar los momentos felices que en la crianza Dios nos permite, empezamos a valorar lo que para Dios es realmente importante que es el temor al Señor, el cuidado y formación de las personas que viven en nuestra casa, desafiamos los estereotipos y tendencias que trata de imponer el mundo para quitarnos el gozo y arrastrarnos a sus modas vacías , descubrimos nuestra verdadera belleza ( no estoy en contra del maquillaje, ni los tintes, ni los accesorios) al no depender diariamente de los artículos de belleza para sentirnos hermosas y practicamos la paciencia para esperar el momento oportuno para emprender nuevos objetivos. Definitivamente es un curso intensivo maravilloso para crecer en todas las áreas, que no debemos desaprovechar.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.