Te doy la respuesta antes de empezar: Me CASÉ con la persona perfectamente adecuada o diseñada para mí.
Con el pasar de los meses en el matrimonio y la llegada de algunas tormentas económicas, desacuerdos en la crianza de los hijos, desconfianzas, formas de administrar el dinero, enfermedad entre otras cosas, nos damos cuenta que a veces nuestro cónyuge es testigo de la peor cara que tenemos reservada, aquella que pocos conocen y que en el noviazgo no fue muy visible, sin embargo hemos decidido permanecer, y nos damos cuenta que el amor como enamoramiento no es suficiente para la relación matrimonial.
Es allí donde aparece algo aun mas fuerte que el enamoramiento, y es el compromiso , por ello el amor va fuertemente ligado al respeto, ya que son muchas las ocasiones en que parece que nuestro cónyuge disfruta llevarnos la contraria por no ceder a todas nuestras demandas o caprichos, disfrazadas en ocasiones de “necesidades”, sin embargo es nuestro esposo el instrumento que Dios esta usando para formar nuestro carácter.
En los momentos cumbre de felicidad y abundancia es fácil decir que somos el mejor equipo, y demostrar amor en todas sus formas, sin embargo Dios nos invita a recordar aquel pasaje en génesis 2: 21 Entonces el SEÑOR Dios hizo que el hombre durmiera profundamente y mientras dormía le quitó una parte de su costado y rellenó esa parte con carne. 22 Después, de esa parte de su costado el SEÑOR Dios hizo una mujer y se la llevó al hombre. 23 El hombre dijo:«¡Al fin! ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! La llamaré “mujer”, porque fue sacada del hombre». Podemos concluir que fue Dios mismo quien formó a Eva como ayuda idónea para Adán, Dios la creó y la diseñó con características especificas en su físico, personalidad, temperamento, fortalezas y debilidades para que se ayudaran mutuamente. Pero antes podemos notar que Adan tuvo la oportunidad de buscar ayuda idónea para el mientras le colocaba nombre a todos los animales pero llego a la conclusión : versículo 20 pero ninguno de ellos resultó capaz de formar pareja con él para ayudarlo.
Cuando estemos pasando por momentos difíciles y tengamos fuertes desacuerdos, es cuando mas debemos recordar que nuestro cónyuge es la persona perfectamente diseñada para mi vida , y la salida para los desacuerdos no es huir o abandonar con el divorcio, sino valientemente reparar (perdonar), recuperar , reconquistar, y respetar el compromiso adquirido.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.