¿Los problemas te deprimieron un poco? Parece como si la vida nos recordara constantemente nuestras dificultades, angustias y desafíos. Es fácil dejar que todo nos impacte de manera negativa y terminar abrumados por la ansiedad y el estrés. Jesús sabe a lo que te enfrentas en este momento, y te dice: "Aquí en la tierra tendréis muchas pruebas y dolores; pero animaos, porque yo he vencido al mundo" (Juan 16:33). Él está diciendo: "Sí, tienes problemas, pero he vencido al mundo, así que anímate. Ilumina tu rostro".
Usted puede estar enfrentando una situación difícil hoy. Quizás ha perdido a un ser querido, o está atrapado en un revés financiero, o su hijo está fuera de curso. La vida ha empujado tu alegría hacia abajo. Recuerdo que cuando Dios sacó a los israelitas de su cautiverio extremadamente difícil en Babilonia, prometió que "saldrían con gozo y serían llevados en paz" (Isaías 55:12). Nos estaba mostrando que si vamos a soportar las pruebas de la vida y atravesar los lugares oscuros, tenemos que salir con gozo y caminar en paz. La clave para mantenerse fuerte en Dios es participar de su gozo todos los días, "porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza" (Nehemías 8:10). Tenemos que usar el gozo para librarnos de los pensamientos ansiosos, la derrota y el desánimo. La alegría es la clave, y está dentro de nosotros.
Jesús oró para que su gozo "permanezca en vosotros, y vuestro gozo sea completo" (Juan 15:11). La belleza de la alegría que Jesús nos da es que no depende de lo que sucede a nuestro alrededor. Su alegría está en nosotros. Cuando le dijiste que sí a Jesús, nada cambió por fuera, pero Él te dio un corazón nuevo por dentro y lo llenó de su alegría. Él está diciendo: "Te he dado exactamente lo que necesitas para vencer el poder del enemigo y mantenerte fuerte en esta vida".
Su alegría está dentro de ti, pero tienes que cultivarla. Es un poco como el limonero que planté hace años. Me aseguré de que la tierra estuviera bien, la regué, la alimenté con nutrientes, la cultivé y, finalmente, los primeros limones que estaban en el árbol finalmente salieron para que yo los usara. De manera similar, tienes que aprovechar Su alegría. Tienes que desarrollarlo y practicarlo. El apóstol Pablo lo dice de esta manera: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo, gozaos" (Filipenses 4:4). Regocijarse significa "iluminar".
Hay una luz del gozo de Jesús dentro de ti. Solo tienes que subirlo.