“Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha consagrado para sí mismo”. Hechos 20:32 (NTV)
Cuando te alimentas de la Palabra de Dios, creces. La Biblia es el alimento de tu alma. No puedes estar físicamente sano si comes comida chatarra todo el tiempo. De la misma manera, no puedes estar espiritualmente saludable a menos que te alimentes de la verdad de la Palabra de Dios.
¿Te gustaría tener todas las bendiciones que Dios tiene para ti? ¡Por supuesto que sí! Yo también quiero eso para ti.
¿Cómo obtienes esas bendiciones? Son el resultado directo de la madurez espiritual. La Biblia dice: “Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos los que él ha consagrado para sí mismo” Hechos 20:32 (NTV).
La Palabra de gracia te edificará. Cuando creces en madurez espiritual, Dios puede darte todas las bendiciones que tiene para ti. Hay algunos regalos que no puedes dar a un bebé o un niño pequeño porque aún no son lo suficientemente maduros para ellos. De la misma manera, hay algunos regalos que Dios quiere darte, pero Él está esperando que crezcas.
De hecho, puedes usar tu mano para recordar cómo usar la Biblia para crecer en madurez espiritual. Te alimentas de la Palabra de Dios haciendo seis cosas: escuchas la Palabra de Dios, ese es tu dedo meñique. La lees, ese es tu dedo anular. La estudias, ese es tu dedo medio. La memorizas, ese es tu dedo índice. Luego, meditas en ella, ese es tu pulgar. Tu palma representa la aplicación de la Palabra de Dios.
Es importante que hagas estas seis cosas mientras te alimentas de la Palabra de Dios. Si el único aporte espiritual que recibes es escuchar la Palabra de Dios en la iglesia, entonces no tendrás un agarre muy fuerte con solo tu dedo meñique. ¡Olvidamos el 95 por ciento de todo lo que escuchamos en 72 horas! Satanás podrá robar tu gozo muy fácilmente.
Si escuchas la Palabra de Dios y luego la lees todos los días, la entenderás mejor. Satanás no puede quitártelo tan rápido. Si la oyes, la lees y la estudias, entonces tienes un agarre más fuerte.
Cuando hagas estas seis cosas, tendrás un control firme y fuerte de la Palabra de Dios. Nadie podrá quitártelo. Y te encontrarás creciendo hacia la madurez espiritual y recibiendo las bendiciones que la acompañan.