JOSÉ «PEPE» MENDOZA
«Di a la sabiduría: “Tú
eres mi hermana,
Y llama a la inteligencia
tu mejor amiga”»
(Proverbios 7:4).
La influencia que ejercen los amigos sobre tu conducta y aun sobre tu futuro está comprobado hasta la saciedad. Muchas historias personales han tomado un rumbo diferente producto de las personas que encontraron en el camino y que influyeron tanto positiva como negativamente en sus vidas. No hay duda, por ejemplo, de que la amistad entre Frodo Baggins y Samwise Gamgee les permitió sortear los peligros del camino y culminar su misión con éxito. No pasó lo mismo con Saruman, quien dejó su amistad con Gandalf para seguir el mal y la oscuridad. (Por si no los conoces, me refiero a algunos de los personajes del famoso El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien).
El capítulo siete de Proverbios busca aconsejar sobre los peligros de toda tentación (en este caso sexual) que acecha mientras vamos distraídos y confiados por los caminos de la vida. El proverbista relata la historia de un joven que va, un día rutinario cualquiera, camino a su casa al anochecer. Él se encuentra con una mujer seductora que lo detiene y con descaro lo tienta a ir tras ella. El hombre parece que no lo piensa dos veces: «Al instante le sigue como va el buey al matadero… Y no sabe que esto le costará la vida» (vv. 22-23c).
Hay dos aspectos de esta historia que son muy importantes. En primer lugar, el proverbista describe a este muchacho como uno «entre los simples… un joven falto de juicio» (v. 7b). Tanto la «simpleza» como la «falta de juicio» son sinónimos de necedad. La Biblia entiende la simpleza como una característica natural de un joven inexperto, pero la condena cuando ese hombre o mujer no han procurado crecer en sabiduría por terquedad, descuido u ociosidad. También se señala que carece de juicio, es decir, tiene falta de criterio, entendimiento o sentido común. Lo cierto es que uno no nace con criterio y entendimiento. Por el contrario, estamos hablando de cualidades que se buscan con ahínco porque son necesarias para la supervivencia en medio de los peligros en este mundo imperfecto y oscuro.
El segundo aspecto me parece decisivo. El joven de la historia no solo es necio, sino que está solo, completamente solo. Por supuesto, no hay nada de malo en que siendo ya tarde se haya separado de sus amigos y vaya solo a casa. Lo que considero importante y faltaba en su vida en ese momento no era solo la compañía protectora de sus amigos, sino la presencia de unos amigos diferentes, cuya amistad no se había preocupado por propiciar en su vida. Él no iba acompañado de Sabiduría ni de Inteligencia en esos momentos. Era evidente que ahora las necesitaba y muy cerca, pero nunca se preocupó por entablar una amistad fructífera con ellas.
Debo decirte que este relato nos involucra a ti y a mí. Eres todavía necio cuando la única forma de obedecer el semáforo en rojo es que el policía de tránsito esté presente. La necedad está presente en tu vida cuando necesitas cámaras de vigilancia o los ojos atentos de otras personas para que te comportes como es debido. No necesitas solo personas a tu alrededor; lo que necesitas son cualidades internas que hayas desarrollado con esfuerzo y dedicación y que has llegado a reconocerlas con afecto y como propias.
Lo que realmente necesitas es establecer una relación estrecha, positiva y fructífera con Sabiduría e Inteligencia. El proverbista resalta el grado de profundidad de ese vínculo usando una alegoría que te exhorta a tratar a la sabiduría como «hermana» y a la inteligencia como «mejor amiga». La sabiduría tiene que estar tan dentro tuyo, hasta el punto de que la consideres como de tu propia sangre, como lo es un hermano. Gozar de inteligencia es tan importante que la reconoces como algo muy cercano y deseable, como lo es un mejor amigo.
Tendrás que enfrentar muchos momentos solo, pero no completamente solo. El mismo Señor Jesucristo prometió estar contigo todos los días de tu vida, el Espíritu Santo te acompaña y enseña. Esa es una parte de la gran promesa para todos los que han creído en las buenas noticias de salvación en Cristo. Pero tampoco estarás solo si te has preocupado por crear un vínculo estrecho y afectuoso con la sabiduría y la inteligencia, compañeras imprescindibles que te ayudan a que tu corazón no se desvíe y puedas sortear con bien las dificultades de la vida.