Estudio Biblico
Los desafíos de salud mental no discriminan religión, clase social o grupos étnicos; sin embargo hay algunas variables sociales, laborales y características personales que incrementan las posibilidades de que determinado grupo sea más proclive a los desbalances. Y uno de estos grupos, en este momento de la historia son los lideres cristianos, y sobre todo los pastores.
Distintas investigaciones estadísticas realizadas en los Estados Unidos señalan que el pastorado es uno de los empleos que produce más estrés y de hecho en los últimos dos años, se ha notado un estrepitoso incremento de conflictos de depresión que han terminado en renuncia o en algo peor.
Ahondemos en el tema
La Biblia no usa las palabras salud y mental combinadas entre sí, pero habla muchísimo sobre las emociones de una persona, su mente, su alma y su corazón. Así que podemos decir con plena seguridad que la salud mental es un tema extremadamente importante en la Biblia con el que todas las personas deben estar familiarizadas.
En el pasado, debido a que el grueso de nuestros lideres no tenían educación universitaria, deambulaban ideas primitivas que enseñaban que los problemas mentales estaban siempre directamente relacionados con Satanás y eran el resultado de una posesión demoníaca, sin embargo, esto no es cierto ni desde un punto de vista científico ni bíblico.
Muchas personas luchan con problemas de salud mental y esto no significa que estén poseídas ni que no sean salvas. De hecho, déjenme decir que me preocupa que cada tanto en las redes sigo viendo que todavía algunos creen que la psicología y la Biblia son antagónicas.
Creer eso es disparatado porque el estudio de la psiquis, así como el estudio del cuerpo o de la física o de la química son parte de la ordenanza divina de administrar la creación.
Como digo en el libro “Liderazgo Generacional”: Es hora de recordar que la ciencia no inventa nada, solo descubre o manipula lo que Dios inventó, como él nos pidió que hagamos. Y Dios siempre puede curarte a través del milagro que todavía no podemos explicar o del que ya podemos explicar que es el milagro de la ciencia.
En el libro “Ansiedad: Cómo gestionar el mal de la época” publicado por e625, Daniel y Élida Rota, que son un psiquiatra y pastor casado con una psicóloga, dejan en claro que “las verdades de la psicología no están en conflicto con las escrituras y las escrituras tienen mucho que decir sobre la psicología.
Mira este texto: Proverbios 12:25 (LBLA):
La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, pero la buena palabra lo alegra.
La Biblia y la salud mental
Dos de las dolencias comunes asociadas con la salud mental son la ansiedad y la depresión. Según la Asociación de Ansiedad y Depresión de Estados Unidos, 264 millones de personas luchan contra la depresión y 40 millones de personas luchan contra la ansiedad. Es una verdadera realidad que cualquiera puede luchar con su salud mental, ya sea joven o viejo, creyente o no creyente.
¿Qué es clínicamente la Ansiedad?
Es una reacción emocional ante la percepción de una amenaza o peligro que cuando es desmedida paraliza y lleva a la angustia crónica, lo cual puede expresarse de diversas maneras como la ira, el temor irracional, percepción catastrófica, picos de pánico o la depresión.
La ansiedad acumulada y no tratada puede producir fobias y obsesiones compulsivas, además de adicciones.
¿Qué es la depresión?
Es un trastorno psicopatológico caracterizado por una tristeza no correlacionada con situaciones externas que inhibe la capacidad de disfrutar, sentir placer y ocasiona perdida de interés, desbalance de sueño, baja energía, alteraciones de apetito, enlentecimiento mental (bradipsiquia), retraso psicomotor y posibles pensamientos de muerte.
Yo además agrego: un fatalismo personal de aislación, ya que la percepción del deprimido es que todo lo malo le pasa a él o ella perdiendo totalmente de vista si le pasa a alguien más.
En resumen: la persona tiene una triada de pensamientos negativos: Primero acerca de sí mismo, segundo acerca del mundo y tercero acerca del futuro.
Otros Problemas
Otros problemas de salud mental, además de la ansiedad y la depresión, incluyen los trastornos alimentarios, los trastornos de la personalidad, los trastornos psicóticos y el trastorno de estrés postraumático. Cada una de estas enfermedades le pueden pasar a una persona cristiana, aunque aclaro algo: yo creo que una espiritualidad genuina – y no aparente- claro que puede ayudarnos a encontrar mayor balance, aunque insisto en que estas cosas pueden afectarnos absolutamente a todos.
Por lo tanto, es fundamental que como creyentes no juzguemos, menospreciemos ni condenemos a quienes luchan con enfermedades mentales. En lugar de condenarlos, los cristianos debemos ayudar, mostrar bondad y amarlos (Juan 13: 34-35).
¿Por qué esto está afectando ahora particularmente a pastores y lideres cristianos?
Algunas razones:
Expectativas irrealistas (propias y del entorno).
Negación y Espiritualidad de escenario.
Comparación: la ansiedad ha subido debido al efecto de las redes sociales (ahora uno se compara con el mundo).
Fragilidad económica o economía de la imagen (para algunos hoy en día las redes sociales son su ministerio. No tienen margen, no pueden pedir licencia, sus ministerios son unipersonales).
Fragilidad estructural (no hay mecanismos de apoyo, de denominaciones o alianzas pastorales).
Culpa y vergüenza
Estrategias de bienestar mental
Como profesionales, los pastores deben reconocer que si no se preocupan por su salud mental, no tendrán la fuerza psicológica para cuidar adecuadamente a nadie más. En otras palabras, si los ministros no se protegen a sí mismos, carecerán de la calidad de salud para ayudar a los demás. Si bien el impacto negativo del COVID-19 trae un tipo único de agotamiento o estrés psicológico, existen ocho estrategias que pueden reducir sus efectos adversos y mejorar el bienestar psicológico general.
Mantén un equilibrio entre la vida laboral y personal. El hecho de que los pastores a menudo anteponen las necesidades de los demás a las suya, constituye un indicador claro de que necesitan equilibrio. El equilibrio entre el trabajo y la vida personal reduce los costos médicos.
Abraza una teología de gracia y una espiritualidad del secreto.
Ten amigos. Al menos uno o dos amigos con quienes patalear, ventilar, preguntar. Y no, definitivamente no deberían ser tus empleados.
Practica la actitud de gratitud. La Biblia nos anima a dar gracias en toda circunstancia (1 Tes. 5:18). El agradecimiento se asocia con un mejor estado de ánimo y sueño, menos fatiga, más autoeficacia, un mejor bienestar mental, mayor apoyo social y afrontamiento adaptativo. La gratitud es esencialmente una emoción que beneficia el funcionamiento positivo, ya que amplía y construye otras emociones positivas que, a su vez, resultan en un aumento del bienestar emocional.
Haz ejercicio. Un entrenamiento físico de 30 a 60 minutos alivia el estrés y produce endorfinas, la hormona de la felicidad. Los pastores que hacen ejercicio al menos tres veces a la semana redujeron su riesgo de alto agotamiento emocional en un 25%. Un estudio sobre el ejercicio y la salud mental encontró que las personas que hacen ejercicio tenían alrededor de 1,5 días menos de mala salud mental en el mes anterior en comparación con los que no lo hacían. Claramente, el ejercicio es un alivio del estrés vital para la salud mental de los pastores.
Tómate vacaciones, retiros y vuelve al día de descanso. Hice un livecast acerca del mandamiento olvidado.
Instrúyete. Lee libros acerca del tema: Toma el curso del instituto e625.com referido al tema.
Pide ayuda a tiempo. Todos necesitamos consejeros y si notas principios de depresión o que tu ansiedad te está robando la paz muy seguido, busca un terapeuta o consejero profesional.
Finalmente te aconsejo mirar estos versículos:
Salmo 34:18 “Cercano está Dios a los quebrantados de corazón, y salva a los quebrantados de espíritu”.
Salmo 23: 4 “Aunque camine por el valle más oscuro, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo”.
Salmo 40: 1-2 “Esperé pacientemente al Señor; él se volvió hacia mí y escuchó mi clamor. Me levantó del pozo fangoso, del barro y del fango; puso mis pies sobre una roca y me dio un lugar firme para pararme”.