Marcos 8:15-17 (NTV)
Estamos inmersos en una cultura de inmediatez, casi todos los productos que se lanzan al mercado en la actualidad tienen algo de instantáneo que los hace llamativos y necesarios para una sociedad que vive corriendo hacia el trabajo, hacia la universidad, hacia una cita medica, de regreso a casa, vivimos bombardeados por mensajes que nos invitan a malgastar ahora por que no se sabe si hay un mañana, y con esa filosofía se toman las peores decisiones en la juventud.
Cuando pensamos en la eternidad como filosofía dejamos de pensar a corto plazo, Dios nos invita a vivir sin preocuparnos porque el tiene cuidado de nosotros, pero también nos instruye y advierte de tener cuidado con lo que sembramos ahora, porque mas adelante eso cosecharemos, es decir que hay que pensar en el futuro, con motivos puros, es decir, en vez de concentrarnos tanto en nuestra felicidad y comodidad, debemos trabajar en nuestra madurez y santidad, capacitándonos para hacer el bien, ya que ese es un efecto de la palabra de Dios en el creyente, 2 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
En Marcos 8:15-17 Jesús advierte por medio de una metáfora el tener cuidado con la levadura de los fariseos y el líder político de aquel tiempo, no estaba hablando de el pan físico o la levadura literal, sino de sus efectos, basta un poquito para que empiece a afectar el pan y pueda esponjar, de la misma manera las malas costumbres y actitudes pecaminosas, solo un poco, solo con probar una vez puede ser suficiente para que se forme en un hábito que empieza a crecer ,empieza a afectar y a futuro se reflejan las consecuencias. El temor a Dios nos ayuda a tener el valor y dominio propio, para negarnos con firmeza al pecado, afectar nuestro crecimiento espiritual o el crecimiento espiritual de otros hermanos no es un riesgo que un creyente maduro quisiera tomar, todo lo que hacemos y dejamos de hacer tiene un efecto en lo eterno, que importante es que renovemos nuestra manera de pensar para que renovemos nuestra manera de vivir. Romanos 12:2 Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.
Los discípulos tenían una mente cerrada, básicamente porque no entendían rápidamente la idea que Jesús les intentaba comunicar y la profundidad de sus palabras, en ese momento podría decirse que eran unos bebés espirituales, desafortunadamente la madurez espiritual no se alcanza por el numero de años que lleves de cristiano, sino por tu capacidad de obedecer la palabra de Dios y práctica de las disciplinas espirituales como oración, lectura de la palabra, evangelismo, ayuno, entre otras. Así como un musico aunque tiene oído musical debe estudiar y afinar esa cualidad, nosotros como creyentes debemos cada día pulirnos para entender las palabras del Maestro.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.