Suena con popularidad la palabra “emprendimiento”, ello abre puertas y permite sustento en muchos hogares, lo cierto es que emprender es difícil hay que vencer muchos miedos y en el camino se aprende mucho, gracias a Dios que permitió durante la pandemia del COVID 19 que el número de familias que trabajaron desde casa creciera exponencialmente, muchas personas crearon tiendas virtuales y ofrecieron servicios a través de talentos que habían dejado atrás, pero con el despido masivo de muchas empresas, esa fue la alternativa para trabajar mientras tanto. Algunas se dieron cuenta que tienen mejores ingresos a través de su idea y su pequeño negocio tuvo buena aceptación y crece poco a poco, otros se dieron cuenta de que extrañaban aquel trabajo asalariado del que se quejaban porque emprender y elaborar productos mano, requiere de más horas de trabajo de lo que parece.
En el pasaje de hoy Dios nos invita a ser proactivos, si tenemos un trabajo fijo pero tenemos la posibilidad de seguir invirtiendo en otros proyectos, hacerlo con optimismo, invertir puede ser tener otro negocio, también puede ser iniciar una formación profesional, Dios nos invita a trabajar, en lo que realmente nos gusta o somos talentosos, no sabemos de donde pueda surgir una mejor ganancia, si es algo honesto y sabemos q a Dios le agrada ese emprendimiento, quedarse con las ganas de haberlo intentado es un sinsabor indeseable.
Dios ha puesto en cada ser humano talentos únicos, todos son para darle gloria a Él, algunos son para llevar provisión a nuestros hogares, otros para crear conexiones con otras personas y prestar servicios sin animo de lucro, y expresarlos siempre produce mucha satisfacción, si eres buena pintando uñas pero tu profesión es la contaduría que nada tiene que ver, debes crear espacios para hacerlo con otras personas, tus padres, amigos, etc, ellos se sentirán felices con tus atenciones y tu mas feliz de poder servirlos y poner en practica el talento, no sabes si el día de mañana eso sea tu trabajo principal y la contaduría algo secundario. Lo anterior es solo un ejemplo, Dios siempre usa los talentos que nos da para servir a otros, y nos proporciona mucha satisfacción, porque hay mas gozo en dar que en recibir, puede que tu talento no sea el canto, actuación, o ser influencer de redes sociales y obtener muchos seguidores, eso no debe que ser el detonante para mostrar tus capacidades, debe ser algo en lo que realmente eres bueno, idóneo y especial, así sea un oficio para estar detrás de bambalinas, la motivación correcta debe ser glorificar a Dios en todo lo que emprendes y extender su evangelio con las personas que se acercan en tu caminar.