“Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas; pues las riquezas no son eternas ni la fortuna está siempre segura”. Proverbios 27:23-24 (NVI)
No se puede afrontar la realidad si no se es consciente de ella, y la verdad es que todos ignoramos a veces lo que ocurre con nuestro dinero. ¿Alguna vez te has encontrado diciendo algo como: “No sé a dónde se fue todo”? Si es así, es una gran advertencia de que te diriges hacía un problema.
Para ser un administrador responsable de tu dinero, necesitas aprender los principios de la contabilidad. Es parte del plan de Dios para bendecir nuestras finanzas. La Biblia dice: “Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas; pues las riquezas no son eternas ni la fortuna está siempre segura” Proverbios 27:23-24 (NVI).
En los tiempos bíblicos, los intereses comerciales se centraban en los rebaños, y las manadas que las personas poseían, eso eran sus activos. Por eso hablaban del valor de conocer el estado de sus rebaños. Hoy diríamos: “Conoce el estado de tus acciones”. Ahí es donde están en gran medida nuestros intereses comerciales.
Tal vez estés pensando: “Mis rebaños se ven un poco flacos esta semana”. ¡Ese es el punto! El punto es que debes conocer el estado de las cosas. Tienes que estar consciente para que puedas entender dónde están tus finanzas y cómo le puedes hacer frente a esa realidad.
Proverbios 23:23 dice: “Vale la pena invertir para obtener la verdad, la sabiduría, el aprendizaje y el entendimiento” (PDT). Hay un costo para una buena cuenta. Lleva tiempo mantener registros. Tienes que invertir tiempo, energía y a ti mismo, pero vale la pena.
Para mantener buenos registros, concéntrate en cuatro cosas sobre tus finanzas: lo que posees, lo que debes, lo que ganas y hacia dónde va. Tienes que saber esas cuatro cosas, con el fin de ser financieramente libre.
Eso significa que lo escribes. Mantienes un registro. Creas algún sistema automático. Haces lo que sea necesario. Si aún no lo estás haciendo, probablemente estés pensando: “No tengo tiempo para hacerlo”. Tienes razón. ¡Ninguno de nosotros tiene tiempo para hacer esto!
Dios quiere bendecirte financieramente, por lo tanto tienes que hacer un tiempo para mantener buenos registros.
Reflexiona sobre esto
¿Quieres saber a dónde va tu dinero? ¿Por qué, o por qué no?