“Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé». Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación”. 2 Corintios 6:2 (NTV)
En Lucas 15:8-10 encontramos la historia del hijo pródigo o perdido en ella Jesús dijo, “No solo vengo a rescatarte, vine a recuperarte”. Y de la misma manera que el padre corre hacia su hijo rebelde, que se gastó la mitad de su herencia, lo abraza y le muestra amor incondicional; de esa misma manera, Jesús vino a reconectarte.
Muchas personas piensan que, si regresan a Dios, Él les va a llamar la atención o les va a recriminar todas las cosas que han hecho mal. Permíteme decirte algo, Dios no está enojado contigo, Él te ama, de eso se trata la Navidad.
La Biblia dice: “Si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación” 2 Corintios 5:17-18 (NVI).
La palabra bíblica para reconectar es, reconciliación. Cuando dos naciones se reconcilian, llega la paz. Cuando un matrimonio se reconcilia, significa que ya no hay separación. Reconciliación significa que Dios nos ha puesto en paz con Él por medio de Cristo y nos ha confiado la tarea de llevar esa paz a los demás.
Probablemente el himno más famoso es el de Sublime Gracia. Hay un verso que dice, “Sublime gracia del Señor, que a un infeliz salvó, fui ciego más hoy veo yo, perdido y Él me halló”. ¿Sabes quién lo escribió? Un traficante de esclavos que vivió una vida de maldad. Su nombre era John Newton. Este hombre dijo, “No puedo entender cómo Dios podría amar a alguien como yo, eso es Sublime Gracia”.
Abrimos nuestras puertas a Dios, para darnos cuenta de que Él ya las había abierto para nosotros. Dios tomó la iniciativa, Jesús vino para reconectarnos con Dios.
“Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé». Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación” 2 Corintios 6:2 (NTV).
Reflexiona sobre esto:
Jesucristo prefirió morir por ti que vivir sin ti eternamente. ¿Hay algo que esté impidiendo que te reconectes con Dios?
Dios ha preparado tu futuro y quiere perdonar tu pasado. ¿Te reconectarás con Él en el presente?