Bendeciré abundantemente su provisión;
A sus pobres saciaré de pan.
Salmos 132:15
La bendición de nuestro Dios es integral, es una bendición que trae provisión espiritual, emocional, física y también material, aunque en principio es una promesa para Jerusalén, es también ahora una promesa para nosotros como hijos y como su iglesia, El ha prometido una provisión especial como resultado de la obediencia a Él y su palabra.
En medio de las crisis que ponen a prueba nuestra fe, confía, obedece y agradece, recuerda mateo 6 :31 Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?” 32 La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto.
La gratitud en nuestras oraciones no debe ser por costumbre y generalizada, sino de manera intencional y ojalá de forma específica, fíjate en tu plato y no en el de los vecinos, agradece con sinceridad lo que Dios te permite mercar, lo que te permite comer, lo que te permite dar a otros, los servicios que te permite tener para cocinar los alimentos para tu familia, el trabajo que te concede para hacer llegar gran parte de la provisión diaria, agradece también la cadena que Dios usa para tener acceso a tus provisiones por ejemplo los campesinos que trabajan arduamente la tierra para hacer llegar los alimentos a las grandes ciudades, y la lista puede continuar. Genesis 22:14 Por eso Abraham llamó a ese lugar «Dios dará lo necesario». De allí viene el dicho que hasta hoy se escucha: «En su montaña Dios da lo necesario» En todo momento recuerda dar gracias y proclamar: ¡Dios es mi proveedor!, hasta aquí el Señor nos ha ayudado.