El ser humano fue diseñado para estar en familia y tener comunión con ella, si hacemos una encuesta sobre si queremos tener una familia feliz y emocionalmente estable, coincidiríamos positivamente, es uno de los objetivos comunes que tenemos como seres humanos, pero conseguirlo es un proceso que requiere altas inversiones de atención y tiempo, desafortunadamente las familias en la actualidad se ven afectadas por escasez de esos factores.
Décadas atrás cuando no existía el celular, las redes sociales, y plataformas digitales, que tan solo tengan acceso a internet para presentar horas y horas de contenido audiovisual, por lo general mamá estaba en casa con sus hijos y papá ausente trabajando la mayor parte del día, los flagelos más comunes que sufrían las familias de ese entonces respecto a la falta de atención y tiempo de calidad, eran porque papá salía de trabajar para ir a emborracharse o jugar juegos de azar, mamá permanecía en casa pero los hijos en la calle socializando sin control y expuestos a vicios y malas costumbres.
Ahora los miembros de la familia están presentes físicamente dentro de casa pero distanciados y ausentes mentalmente, no comparten una comida juntos en el comedor sin distracciones personalizadas cada uno con su móvil, o comen en la habitación, cada uno tiene dispositivos dentro de la habitación y en ello mal invierte su tiempo y atención, los padres trabajan todo el día y cuentan los segundos para salir del trabajo y “descansar” revisando las ultimas novedades de sus redes sociales, y en las reuniones sociales pasa exactamente lo mismo, la única interacción que existe es en el momento de las fotos grupales, y si un niño esta muy inquieto la “solución” es darle el celular para que esté en un solo lugar, si te identificas con estas situaciones, es momento de pisar el freno y cambiar de rumbo.
Tener una familia feliz y emocionalmente estable, requiere de interacción, conversar y escuchar son los medios que debemos utilizar para conocer las necesidades, sueños y desafíos que están enfrentando cada uno de los miembros de la familia, siempre que estes escuchando, hazlo mirando a los ojos del que esta hablando , eso demuestra que esa persona es importante para ti y también lo que te está comentando, también te da la posibilidad de entender y responder con un consejo, una carcajada o una exhortación según corresponda, eso demuestra amor y respeto, solo así tendrás niños felices, adolescentes enseñables, esposo o esposa estable.
La adicción al ocio que nos proporciona el celular, no solo atenta contra nuestro cuerpo enfermando la vista, los oídos y la columna por mala posición, también afecta nuestra mente porque el contenido en entra por nuestros ojos influencia los pensamientos del día siguiente y los sueños al dormir, también influencia decisiones de la cotidianidad porque podemos adoptar la moda, comportamientos y palabras de los personajes que “seguimos” y que en algunas ocasiones están en contra de las normas que Dios estableció en su palabra, y no menos importante afecta las relaciones interpersonales con las personas que decimos amar.
El uso adecuado del celular es necesario en la actualidad, debe racionarse y en ciertos momentos ignorarse por completo, por ejemplo, cuando estamos compartiendo en familia.
La familia es el regalo de Dios para el ser humano , y es la única red social que no debemos descuidar, reemplazar o abandonar.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz..