Eclesiastés 4:13
La vida no se puede vivir para nosotros mismos, Salomón reconoció que necesitaba la ayuda de Dios. Vio su condición, hemos visto que el único sentido de la vida gira alrededor de Dios, no fuera de Él. Es mejor vivir donde hay humildad que lleno de placeres efímeros. La sabiduría aumenta cuando se vive en dependencia total de Dios.
Cuando se tiene todo sin humildad y gratitud se obtiene altivez, sabiduría del mundo, orgullo, riquezas pero una enorme miseria en el corazón, donde solo Dios puede dar paz, gozo. Debajo del sol solo hallamos impiedad, egoísmos, vidas materialistas. Un hombre que vive para sí mismo, pareciera que disfruta de la vida, buscando intereses para llenar ese vacío que solo reconociendo a Jesús como Salvador podrá llenar. Este tipo de vida, solo trae desconfianza, placeres pasajeros, popularidad en muchos casos muy deseada, pero que en un instante se va.
¿Qué podemos aprender del hijo sabio, hijo del Rey conforme al corazón de Dios? Este muchacho fue nombrado sucesor de David. A pesar de que no le correspondía el reino por ser el segundo hijo, Dios le dio ese lugar. Le pidió sabiduría y Él añadió grandes riquezas. Salomón vivió un tiempo para Dios, después se desvió. Finalmente vio que vivir para sí le trajo gran frustración, tuvo un corazón egoísta para Dios, comenzó a apoyarse en su propia prudencia, apoyándose en sabiduría humana y filosofías huecas. Quiso hacer lo suyo sin consultar a Dios, todo fue vanidad. Y nada de lo que vivió le dio satisfacción.
Pidamos a Dios que examine nuestro corazón, él puede darnos un lugar. Pero si actuamos neciamente podemos llegar a ver todo lo que este Rey nos narra, reducidas a vacío y vanidades. Nada tiene más valor en esta tierra, solo Cristo traerá satisfacción a nuestra alma. Él era sabio, pero fue un rey necio, el cual no se saciaba a pesar de todo lo que tuvo en sus manos. Así es el día de hoy, gobiernos aumentan sus riquezas, jóvenes se envuelven en la moda buscando todo lo vano de la vida, pero alejados de Dios.
Oremos hoy por los gobernantes de nuestro país, que puedan ver su necesidad de un Redentor y buscar su sabiduría, no la de este mundo.