Hoy quiero animarte a recordar las cosas buenas que Dios ha hecho en tu vida. Con demasiada frecuencia dejamos que las cosas negativas de nuestro pasado dominen nuestro pensamiento cuando deberíamos recordar qué es beneficioso y qué es bueno. Estamos recordando que alguien nos dijo que nunca seremos lo suficientemente buenos o ese amigo que se fue. Los pensamientos negativos irrumpen y te hacen sentir triste, preocupado, deprimido o temeroso por lo que podría suceder en el futuro. Eso es lo que hacen los pensamientos negativos. Hacen que no caminemos en fe y victoria.
Los escritores del Nuevo Testamento conocían el poder de recordar las cosas correctas. A menudo hacían declaraciones como "Les escribo para recordárselo". El apóstol Pablo le dijo a Timoteo: "Sigue recordándole al pueblo de Dios estas cosas" (2 Timoteo 2:14). Pedro escribió: "Queridos amigos, esta es ahora mi segunda carta para ustedes. Las he escrito a ambas como recordatorio para estimularlos a un pensamiento sano" (2 Pedro 3: 1). Estos escritores sabían que es muy fácil poner nuestras mentes en piloto automático y olvidar todos los beneficios de Dios. Cuando recuerde lo que Dios ha dicho y hecho, transformará su pensamiento y su vida. Tenemos que saber que hay un poder transformador en nuestros recuerdos, especialmente en tiempos de dificultad.
En el Antiguo Testamento, Dios ordenó a su pueblo que se tomara un tiempo de sus ocupadas agendas siete veces al año para celebrar una variedad de festivales nacionales, que eran tiempos de recuerdo marcados por la acción de gracias y los banquetes alegres. Esto no fue opcional. Él requirió que Su pueblo se tomara tiempo y se detuviera regularmente para recordar y celebrar los milagros y las maravillas que Él había hecho en su favor: librarlos de la esclavitud, dividir el Mar Rojo, sacar agua de una roca, y así sucesivamente.
¿Sabes por qué Dios quería que hicieran eso? Porque se parecían mucho a nosotros hoy. Estamos ocupados con la vida, luchando tanto para que las cosas sucedan todos los días, que tendemos a olvidar lo que es más importante que todo eso. Olvidamos que Él tiene el control. Olvidamos que podemos depender de Él para hacer que las cosas sucedan. Olvidamos que Él puede hacer cosas que nosotros no podemos hacer. Incluso olvidamos los milagros que Él ha hecho en nuestra vida, cómo ha obrado en nuestra vida, nuestras victorias, nuestros éxitos, los buenos tiempos, y nos quedamos atrapados en la negatividad.
Dios quiere que recuerdes lo bueno, lo que ha hecho por ti y en tu vida. Cuando recuerdas lo bueno, te ayuda a superar los momentos difíciles. Quiere que sigas adelante hoy. Use el poder del recuerdo para fortalecer su fe y ayudarlo a salir adelante.