Dios diseñó el universo para que la felicidad no provenga de ti mismo, de un salario, del placer o del éxito. La felicidad viene del servicio. Dios te diseñó para ser más feliz cuando entregas tu vida ¿Por qué? Porque Dios quiere que seas como Él. ¡Todo se trata del amor!
Para tener un corazón feliz, practica el servicio y la generosidad todos los días.
Jesús vino a servir y dar. Esas dos acciones traerán más felicidad a tu vida que cualquier otra cosa, y definen lo que significa seguir a Jesús. Si no estás sirviendo y si no estás dando, entonces no estás siguiendo a Jesús. Es así de simple.
Dios también diseñó el universo de tal manera que cuanto más das de ti mismo, más Dios te dará, te bendecirá y serás más feliz.
En Filipenses 2: 17-18, Pablo dice: “Y aunque es posible que tenga que dar mi vida para completar el sacrificio que ustedes hacen por su fe, lo haré con alegría y compartiré esa alegría con todos ustedes. Alégrense también conmigo y compartan mi alegría” (PDT).
El sacrificio y el servicio son la clave para la felicidad en la vida: entregar generosamente tu vida por el bien del Evangelio.
Reflexiona sobre esto:
¿Qué te hace más feliz en la vida?
¿Cuándo has experimentado la felicidad a través del servicio o la generosidad?