Estudio Biblico
GRACIAS PASTORES
“Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe” (hebreos 13:7)
Por: Federico Suarez
Ocurrió hace más de 20 años, recién había conocido al Señor Jesús y en medio de mi proceso de discipulado el anhelo por el bautizo había empezado, así pues, aquel día anhelado había llegado; allí estábamos, en Coopentol, una sede social de Ibagué en el barrio el Salado.
Me acordé de este suceso hace una semana cuando me encontraba preparando un texto bíblico, el mismo que en el día de mi bautizo escuché por primera vez. Mientras leí las primeras líneas de Lucas 4, era como si me hubiera transportado al pasado, y estuviera de nuevo allí escuchando en voz audible aquellas palabras de Lucas en la vos de mi pastor Baudelino, pues ese día este pasaje él estaba predicando. Reconocí que quedaron como un recuerdo, una marca en mi interior.
Es que después de tantos años de valorar un buen estudio de la Palabra de Dios caí en la cuenta que esa fue una gran observación. Por favor permítame repetir lo que ese día él nos enseñó, o al menos lo que aprendí: Si Jesús fue a la sinagoga cómo era su costumbre ¿quiénes somos nosotros para no congregarnos? Se refería a Lucas 4:16, cuando Jesús llegó a Galilea y en el día de reposo fue a la sinagoga.
Pensar en mi pastor por estos días me hace acordar de tantas predicas que por años marcaron mi vida hasta salí de Ibagué, y en todo lo que él vivió detrás de esas enseñanzas que no pude ver.
Pensar en el cómo pastor, me hace pensar en todos los demás pastores que hasta el día de hoy siguen enseñando con sus palabras y sus vidas.
Pensar hoy en mi pastor y en los pastores que he conocido estos años me hace entender que por estos días de pandemia muchos de ellos cambiaron el púlpito por la primera línea; no la de la salud como los otros héroes (muchos sin capa), pero si la espiritual, emocional y material.
Pensar en ellos, es pensar que por estar allí cuidando de las ovejas varios hoy están en una cama, hospitalizados, aún en el límite de partir.
Pensar en ellos, en ustedes, es pensar en la necesidad de agradecer y de ustedes recibir.
Pensar en ustedes es pensar en la importancia de afirmar, reconocer y homenajear por las marcas de vida que han dejado en nosotros.
Por todo esto pastores, hoy les decimos gracias; reconociendo que muchos de ustedes en poco y en mucho, han obedecido al anciano Pedro cuando les decía a los pastores “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella…” (1 P 5:2)
Att. Federico
En gratitud, una oveja del Señor en medio del rebaño.