Estudio Biblico
8:2 En las alturas junto al camino, A las encrucijadas de las veredas se para;
8:3 En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad, A la entrada de las puertas da voces:
8:4 Oh hombres, a vosotros clamo; Dirijo mi voz a los hijos de los hombres.
8:5 Entended, oh simples, discreción; Y vosotros, necios, entrad en cordura.
8:6 Oíd, porque hablaré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas.
8:7 Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios.
8:8 Justas son todas las razones de mi boca; No hay en ellas cosa perversa ni torcida.
8:9 Todas ellas son rectas al que entiende, Y razonables a los que han hallado sabiduría.
8:10 Recibid mi enseñanza, y no plata; Y ciencia antes que el oro escogido.
8:11 Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella.