Vv. 6—8. La gente mundana busca lo bueno, pero no el sumo bien; todo lo que quieren es el bien externo, el bien presente, el bien parcial, buena carne, buena bebida, un buen negocio, y una buena situación; pero, ¿de qué sirve todo eso? Todo bien sirve para la gestión de la mayoría de los hombres, pero el alma bondadosa no será dejada de lado. Señor, que tengamos tu favor, y haznos saber que lo tenemos, no deseamos más; déjanos satisfacernos de tu bondad y estaremos satisfechos con ella.
Muchos buscan la felicidad, pero David la halló.
Cuando Dios pone gracia en el corazón, pone felicidad en el corazón. Así consolado, se lamentó, pero nunca envidió ni temió al pecador más próspero. Encomienda todos sus asuntos a Dios, y está preparado para acoger bien su santa voluntad. La salvación es solo en Cristo; ¿dónde aparecerán aquellos que le desprecian como su Mediador y le insultan en sus discípulos? Que veneren y no pecar más contra el único remedio.