Estudio Biblico
1:58 Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella.
1:59 Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías;
1:60 pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan.
1:61 Le dijeron: ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.
1:62 Entonces preguntaron por señas a su padre, cómo le quería llamar.
1:63 Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.
1:64 Al momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y habló bendiciendo a Dios.
1:65 Y se llenaron de temor todos sus vecinos; y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas.
1:66 Y todos los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: ¿Quién, pues, será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.
1:67 Y Zacarías su padre fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:
1:68 Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y redimido a su pueblo,
1:69 Y nos levantó un poderoso Salvador En la casa de David su siervo,
1:70 Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio;
1:71 Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron;
1:72 Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordarse de su santo pacto;
1:73 Del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, Que nos había de conceder
1:74 Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos
1:75 En santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.
1:76 Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos;
1:77 Para dar conocimiento de salvación a su pueblo, Para perdón de sus pecados,
1:78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó desde lo alto la aurora,
1:79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.
1:80 Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.