Comentario Mateo 14:34-36. Jesús sana al enfermo. - Mateo 14:34-36
Estudio Biblico
Vv. 34—36. Dondequiera que fuera, Cristo hacía el bien. Ellos llevaban a Él a todos los que
estaban enfermos. Acudían humildemente implorándole su ayuda. Las experiencias del prójimo
pueden guiarnos y estimularnos a buscar a Cristo. A tantos como tocó, hizo perfectamente íntegros.
A los que Cristo sana, los sana perfectamente. Si los hombres estuvieran más familiarizados con
Cristo y con el estado enfermo de sus almas, se apiñarían para recibir su poder sanador. La virtud
sanadora no estaba en el dedo, sino en la fe de ellos; o, más bien, estaba en Cristo a quien se aferró la
fe de ellos.
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