La “posesión” más valiosa que los creyentes podemos dejar a nuestros seres queridos es la fe en Jesucristo. Aunque estos deben decidir por sí mismos el tener fe en el Salvador, los cristianos podemos y debemos compartir las verdades bíblicas fundamentales:
La salvación se encuentra únicamente en Jesucristo (Hch 4.12). A los hijos se les debe enseñar desde temprano que la relación más importante que tendrán en la vida será la relación con el Señor. Que creer en Él y obedecerle es vital.
Todo lo que existe fue creado por el Señor, y Él es el dueño de todo (Sal 24.1). Somos administradores de nuestros recursos, no los dueños. Como mayordomos, debemos invertir en el reino de Dios, y no utilizar lo que tenemos solamente para nuestro disfrute personal. Las prioridades del Señor deben ser las nuestras.
Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, y es muy importante descubrirlo (Ef 2.10). Debemos buscar oportunidades para contar a nuestros seres queridos lo que estamos aprendiendo del plan de Dios para nuestra vida. Eso hará que deseen descubrir qué propósito tiene Dios para ellos.
Dios nos dará todo lo que necesitemos para llevar a cabo su plan (Ef 4.11-13). Nuestro Padre celestial nos da capacidades y dones espirituales para lograr sus propósitos. El Señor ha prometido que recibiremos todo lo necesario para tener una vida agradable a Él.
El mejor momento para compartir nuestra fe es ahora mismo. Cada día ofrece nuevas oportunidades para hablar de nuestro Salvador. Piense en las personas a las que pudiera transmitirles esta posesión maravillosa.