Comentario de Matthew Henry | Deuteronomio 14:1-21 | 0 | 2237
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Comentario Deuteronomio 14:1-21. Los israelitas deben distinguirse de las demás naciones. - Deuteronomio 14:1-21

Estudio Biblico

Vv. 1—21. Moisés dice al pueblo de Israel que Dios les ha dado tres privilegios distintivos, los
cuales eran su honor, y eran figura de las bendiciones espirituales de las cosas celestiales con que
Dios nos ha bendecido en Cristo. Primero, la elección: “El Señor te ha escogido”. No los escogió
porque fueran en sí mismos un pueblo peculiar para Él, por encima de las demás naciones, sino que
los eligió para que ellos pudieran serlo por Su gracia; de la misma manera, fueron elegidos los
creyentes, Efesios i, 4. Segundo, la adopción: “Hijos sois de Jehová vuestro Dios”, no porque Dios
necesitase hijos sino porque ellos eran huérfanos y necesitaban un padre. Cada israelita espiritual es
verdadero hijo de Dios, partícipe de Su naturaleza y favor. Tercero, la santificación: “Eres pueblo
santo”. Se le exige al pueblo de Dios que sea santo, y si son santos, están endeudados con la gracia
de Dios que los hace así. A quienes Dios elige para ser sus hijos, los formará para que sean un
pueblo santo y celoso de buenas obras. Deben ser cuidadosos para evitar todo lo que pueda producir
deshonra a su profesión de fe ante los ojos de quienes esperan verlos vacilar. Nuestro Padre celestial
nada prohíbe que no sea por nuestro bienestar. No te hagas daño; no arruines tu salud, tu reputación,
tus comodidades domésticas, la paz de tu mente. Especialmente, no asesines tu alma. No seas
esclavo vil de tus apetitos y pasiones. No hagas miserables a los que te rodean y no traigas ignominia
sobre ti; apunta a lo que es más excelente y útil. —Las leyes que consideraban inmundas muchas
clases de carne iban a impedirles que se mezclaran con sus vecinos idólatras. Claro está en el
evangelio que estas leyes ahora han sido dejadas de lado, pero preguntemos a nuestro corazón,
¿somos los hijos del Señor nuestro Dios? ¿Estamos separados del mundo impío, apartados para la
gloria de Dios, comprados por la sangre de Cristo? ¿Estamos sometidos a la obra del Espíritu Santo?
Señor, ¡enséñanos con aquellos preceptos con cuánta pureza y santidad debe vivir todo tu pueblo!

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PASAJE BIBLICO

Deuteronomio 14
14:1 Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto.

14:2 Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra.

14:3 Nada abominable comerás.

14:4 Estos son los animales que podréis comer: el buey, la oveja, la cabra,

14:5 el ciervo, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y el carnero montés.

14:6 Y todo animal de pezuñas, que tiene hendidura de dos uñas, y que rumiare entre los animales, ese podréis comer.

14:7 Pero estos no comeréis, entre los que rumian o entre los que tienen pezuña hendida: camello, liebre y conejo; porque rumian, mas no tienen pezuña hendida, serán inmundos;

14:8 ni cerdo, porque tiene pezuña hendida, mas no rumia; os será inmundo. De la carne de éstos no comeréis, ni tocaréis sus cuerpos muertos.

14:9 De todo lo que está en el agua, de estos podréis comer: todo lo que tiene aleta y escama.

14:10 Mas todo lo que no tiene aleta y escama, no comeréis; inmundo será.

14:11 Toda ave limpia podréis comer.

14:12 Y estas son de las que no podréis comer: el águila, el quebrantahuesos, el azor,

14:13 el gallinazo, el milano según su especie,

14:14 todo cuervo según su especie,

14:15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según sus especies,

14:16 el buho, el ibis, el calamón,

14:17 el pelícano, el buitre, el somormujo,

14:18 la cigüeña, la garza según su especie, la abubilla y el murciélago.

14:19 Todo insecto alado será inmundo; no se comerá.

14:20 Toda ave limpia podréis comer.

14:21 Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranjero, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

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