Estudio Biblico
Vivimos en un mundo imperfecto, dividido y fragmentado que necesita desesperadamente aprender las habilidades de la reconciliación, las habilidades para hacer la paz.
Cuando miramos la causa de los conflictos no hay que ir muy lejos en la Biblia y nos dice que todos los conflictos se reducen a dos palabras: egoísmo y pecado.
La Biblia dice en Jeremías 17:9, “Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?” (NVI). En otras palabras, te mientes a ti mismo todo el tiempo. Y la cosa es que te lo crees. Te dices cosas a ti mismo, no piensas en mí, piensas en ti. Yo no pienso en ti, pienso en mí. ¿Qué es lo mejor para mí? Por eso tenemos conflicto y tenemos división.
Santiago 4:1-2 nos dice muy claramente esto: “¿Saben por qué hay guerras y pleitos entre ustedes? ¡Pues porque no saben dominar su egoísmo y su maldad! Son tan envidiosos que quisieran tenerlo todo, y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra. ¡Pero ni así pueden conseguir lo que quieren! Ustedes no tienen, porque no se lo piden a Dios”.
El conflicto a menudo ocurre entre tú y otra persona porque esperas que ellos suplan una necesidad en tu vida que sólo Dios puede satisfacer.
Cuando esperas que otras personas suplan necesidades en tu vida, que solo Dios puede satisfacer, te vas a decepcionar. Te vas a desanimar. Te vas a amargar. La Biblia dice que cuando tenemos necesidades insatisfechas en nuestro corazón es nuestro egoísmo lo que hace que nos enojemos y resulte el conflicto.
La Biblia dice en Santiago 3:18 “Los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia”. Eso es lo que quiero que ocurra en tu vida. Quiero que tu vida recoja una cosecha de bondad. Quiero que el resultado de tu vida no sea la maldad, no sea una vida desperdiciada sino que cuando miren tu vida puedan decir, “Ese hombre, esa mujer cosechó bondad en su vida”.
Pero para cosechar algo tienes que sembrarlo primero. La Biblia dice que los pacificadores siembran semillas de paz.
Reflexiona sobre esto
¿Has tenido algún conflicto recientemente? ¿Puedes identificar cuál fue la raíz del conflicto?
¿Existe alguien en tu vida que puedas identificar como un pacificador?
¿Buscarás ser un pacificador en tu hogar o en tu trabajo? ¿Cómo describes una semilla de paz que puedas sembrar?