En el capitulo 19 del libro de Job, son 24 versículos de mucho dolor, un relato amargo y adornado con quejas, de una persona tan abatida, que deja que las nubes de su realidad tapen la luz del poder de Dios, pero aunque las nubes tapen el sol, la luz no deja de resplandecer. Dios procuraba el bienestar espiritual de Job.
Y justo cuando tu le quieres decir a Job “¿por qué no te callas?” aparece una declaración realmente inesperada, cuando algunos llegan al punto de pasarse a leer un salmo o cierran la biblia, y se van , pierden de vista este precioso diamante en el corazón : Job 19:25 »Pero en cuanto a mí, sé que mi Redentor vive, y un día por fin estará sobre la tierra. Y adicional como estocada final declara : y he de ver a Dios. Job 19:27
Dios sigue siendo Dios, recordar quien es Él y en primera persona, Mi Salvador, Mi Sanador, Mi abogado, Mi dueño, Mi pastor. Sera el ejercicio de fe y mental mas inesperado por el enemigo.
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.