Estudio Biblico
La vida está llena de contrastes. Atravesamos montañas, y atravesamos valles. Atravesamos éxitos y atravesamos fracasos. Ganamos y perdemos.
El tiempo tiene cuatro temporadas. Pero en tu vida, hay decenas de temporadas diferentes. Y cada temporada de la vida incluye lo bueno y lo malo.
Eclesiastés 3:1-8 nos da una representación de diferentes experiencias de la vida. “Hay una temporada para todo, un tiempo para cada actividad bajo el cielo. Un tiempo para nacer y un tiempo para morir. Un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar.
Un tiempo para matar y un tiempo para sanar. Un tiempo para derribar y un tiempo para construir. Un tiempo para llorar y un tiempo para reír. Un tiempo para entristecerse y un tiempo para bailar. Un tiempo para esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras. Un tiempo para abrazarse y un tiempo para apartarse. Un tiempo para buscar y un tiempo para dejar de buscar. Un tiempo para guardar y un tiempo para botar.
Un tiempo para rasgar y un tiempo para remendar. Un tiempo para callar y un tiempo para hablar. Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz” (NTV).
La vida es una combinación de temporadas y contrastes. Todo sol y nada de lluvia forman un desierto. Si estás siguiendo la voluntad de Dios, buscando vivir tu vida de acuerdo con la forma que Dios quiere que vivas, eventualmente verás que estas experiencias pueden tener un propósito y un valor en tu vida.
Tal vez pienses que el único momento que estás en la voluntad de Dios es cuando estás en la iglesia o haciendo tu devocional. Puedes estar en la voluntad de Dios limpiando tu armario. Puedes estar en la voluntad de Dios mientras cortas el césped. Puedes estar en la voluntad de Dios mientras te mudas a otra localidad o te quedas justo donde estás. Hay un tiempo y una temporada para cada cosa.
Ray Stevens canta una canción llamada “Todo es hermoso a su manera”. No es exactamente cierto. No todo es hermoso. El cáncer no es hermoso. El abuso infantil no es hermoso. La guerra no es hermosa.
La Biblia lo dice de manera diferente en Eclesiastés 3:11: “Dios lo hizo todo hermoso para el momento apropiado” (NTV). Esto es diferente a “Todo es hermoso a su manera”. Porque la Biblia está diciendo que Dios puede tomar aún las cosas malas, y transformarlas y usarlas para bien de la forma que Él quiere.
Tal vez estés en este momento atravesando una temporada que no es hermosa. Tus finanzas están mal. Tu salud está mal. Tu matrimonio o una amistad está mal. Tu futuro se ve mal.
Pero Dios puede hacer algo bueno de esto si le confías a Él las piezas.
Reflexiona sobre esto:
¿Qué situación difícil necesitas confiarle hoy a Dios?
¿Cómo podría explicar el mundo, el propósito de una temporada difícil en la vida?
¿Cuáles son algunas maneras en las que puedes saber si estás en la voluntad de Dios?