Hoy quiero animarte a que no te sorprendas cuando Dios te llame a hacer cosas que están muy por encima de tu cabeza. En este momento, puede sentir que no tiene la fuerza para superar un desafío al que se enfrenta. O tal vez sienta que la promoción que desea obtener en el trabajo está más allá de sus capacidades, no está seguro de poder manejarla y se pregunta por qué está pensando en hacerlo. Y, sin embargo, escuchas una voz dentro de ti que dice: "Hay más para ti. Puedes hacer esto. Puedes hacer esto".
Dios quiere que vayas más allá de tu capacidad y de lo que crees que puedes hacer y aproveches Su capacidad. Él siempre te está empujando hacia adelante, pero con demasiada frecuencia lo empujamos hacia atrás porque es lo más cómodo de hacer. No retrocedas. No te pongas limitaciones. Tienes exactamente lo que necesitas adentro, pero la única forma en que saldrá es si te mantienes fuerte y lo encuentras, porque Dios es tu confianza.
Aquí están las buenas noticias. Dios dice: "Te basta mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Corintios 12:9). Eso significa que sea lo que sea que estés enfrentando hoy, Dios tiene toda la fuerza que necesitas para ello. Él está diciendo: "Mi gracia es suficiente por hoy. Todo lo que necesitas está aquí hoy". Nuestro problema viene cuando tratamos de trabajar en la gracia del mañana. Decimos: "¿Pero qué pasa con el mañana, Dios?" y Él dice, "No te preocupes por el mañana. Solo trabaja en el hoy. Yo tengo el mañana manejado". De cara al futuro, comenzamos a cuestionarnos y dejamos que surjan dudas y miedos. "Tal vez no soy lo suficientemente bueno o inteligente. Tal vez no tengo lo que se necesita". Y eso nos lleva por el triste camino de la mediocridad.
Dios ya te ha equipado para hacer lo que sea que te llame a hacer. Él puso habilidades en ti que no sabes que están ahí. No dé un paso atrás y piense que no tiene el talento, ya está allí. Dios dice: "Que se apodere de mi fuerza" (Isaías 27:5), y su fuerza te dará poder en tu debilidad. Cada vez que sientas miedo y dudas, tienes que decir: "Dios, somos tú y yo. Cuando soy débil, eres fuerte. Somos una mayoría. Sé que cuando estoy caminando en tu fuerza, nada puede Derrotarme. Me agregarás todo lo que necesito hoy. Me abrirás las puertas correctas. Me darás las ideas. Renovarás mis fuerzas. No me rendiré. Podemos hacerlo. ¡juntos!" Da este paso de fe y hazlo con valentía.