Vi un estudio realizado en la Universidad de Stanford que encontró que una actitud positiva puede ser un predictor de su éxito tan importante como su coeficiente intelectual. Eso significa que no importa cuán alto sea su coeficiente intelectual, que no puede controlar, tiene la capacidad de hacerse cargo de sus pensamientos y actitudes y elevar su vida a nuevos niveles.
Un estudio de los doce espías que Moisés envió a la Tierra Prometida, tal como se describen en Números 13, llegaría a la misma conclusión acerca de cuán poderosas pueden ser las actitudes. Todos los espías informaron que la tierra era rica en productos y fluía en abundancia. Pero diez espías regresaron con actitudes negativas y declararon: "Hay gigantes en la tierra. Nunca podremos conquistar a esa gente. Parecemos saltamontes a nuestra vista, y así somos a la vista de ellos". Sin embargo, Josué y Caleb trataron de silenciar el mal informe. Declararon: "Si el Señor se complace en nosotros, Él nos traerá a la tierra y nos la dará". Tenían lo que la Biblia llama "un espíritu diferente", un espíritu excelente.
Es fácil ver cómo una actitud negativa puede tener consecuencias devastadoras. A la sombra de los gigantes, los diez espías no se acordaron de los milagros que Dios había hecho y de las cosas buenas que había prometido. Su mala actitud se extendió a todo el pueblo de Israel y los mantuvo fuera de la Tierra Prometida. Pero Josué y Caleb miraron más allá de los gigantes y optaron por creer y obedecer según lo que Dios había dicho. Vieron una oportunidad de confiar en Él para pelear sus batallas por ellos. Cuarenta años más tarde, estos dos hombres todavía eran lo suficientemente fuertes en la fe para guiar a la próxima generación a la tierra.
¿Ves lo importante que es tu actitud? Formulamos nuestras actitudes por la forma en que pensamos, y la forma en que pensamos está directamente relacionada con lo que va a salir de nuestra boca. La Biblia dice que "de la abundancia del corazón habla la boca" (Lucas 6:45). Es por eso que no puedes ocultar una mala actitud por mucho tiempo. Puedes tratar de empujarlo hacia abajo, puedes tratar de engañar a la gente, pero eventualmente saldrá a la luz en tus palabras o en algún otro lugar de tu vida, porque las malas actitudes tienen piernas. Se cruzan a otras áreas de nuestras vidas.
Cuando tienes la actitud correcta, puedes mirar tu situación más desafiante y superarla eligiendo poner tus ojos en las promesas de Dios. Silenciarás las voces desalentadoras que vienen en tu contra mirando con los ojos de la fe y creyendo que Dios te guiará a todo lo que tiene para ti.