Son innumerables las veces que hemos estado en desacuerdo con Dios, sobretodo cuando nuestros planes egoístas y limitados se deshacen, y aunque fuimos creados por Dios con emociones, no debemos permitir que estas nos hagan pecar contra Él.
La frustración, el enojo, el sinsabor de una derrota académica, económica o relacional, la enfermedad o el luto, tocan las fibras mas profundas de nuestro corazón y sin dejamos a un lado la guía del Espíritu Santo, esas situaciones sacan a flote la peor cara que tenemos, al momento de orar sentimos que no hay palabras, solo reclamos y el corazón altivo nos hace pecar, el barro empieza a escupir lodo delante del alfarero, así como lo leen, eso es completamente insensato, impertinente y poco inteligente de nuestra parte.
Job 9:4 Dios es tan sabio y poderoso. ¿Quién lo ha desafiado alguna vez con éxito?
Cuando estoy en desacuerdo con lo que Dios hace y permite, lo mejor que puedo hacer es callar y refrenar nuestra lengua, en vez de empezar a protestar con la excusa de desahogarnos.
Recordar quien es el Él y quien soy yo, me ayuda a entrar en la correcta perspectiva, me infunde humildad, me lleva a caer de rodillas, a levantar las manos en señal de rendición y a reconocer que detrás de todo ello, esta su profundo amor que no se equivoca.
Dios no es un ser humano como yo, Él es eterno, es infalible, es justo, es sabio y nadie lo puede manipular para torcer su brazo, Él es fiel a su palabra, »Dios no es un mortal como yo, por eso no puedo discutir con él ni llevarlo a juicio. Job 9:32. Además de ello ahora nos ha sido revelado a nuestro mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo; si confio en Él mis pecados serán perdonados, seré limpia y justificada. El Espíritu Santo esta conmigo todos los días y en cada situación, siempre recibiré en su presencia la provisión oportuna y suficiente.
¡Qué hermoso eres! Puedes comerme si quieres. Prefiero que me devores tú a servir de alimento a cualquier otro. LCDN. La Silla de Plata.
"La dureza de Dios es más agradable que la amabilidad de los hombres, y su coacción es nuestra liberación ". C.S. Lewis
Alcanzada por su gracia
Sharon Sáenz.