Cuando alabas - Salmos 149:6

Salmo 149:6, NVI

Que las grandes alabanzas de Dios estén en su boca...

David nos mostró que a veces todo lo que necesitas para derrotar al enemigo es una piedra pequeña. Lo mismo ocurre con la alabanza; a veces todo lo que necesitas es tu alabanza. La alabanza es un arma. A lo largo de las Escrituras, ves cómo la alabanza rompe las cadenas, la alabanza confunde al enemigo y la alabanza te hace poderoso. Cuando tienes elogios saliendo de tu boca, eres imparable. El enemigo no puede detener a un alabador. Solo piense en Pablo y Silas en Hechos 16. Mientras cantaban alabanzas a la medianoche, las puertas de la prisión se abrieron de golpe y los grilletes cayeron.

Tu alabanza puede no parecer mucho, pero cuando alabas, los ángeles se ponen a trabajar. Cuando alabas, el Creador del universo comienza a cambiar las cosas a tu favor. La mayoría de las batallas que peleamos no son físicas; son espirituales. La alabanza es un arma poderosa. Cuando alabas en el tiempo de angustia, es aún más efectivo, porque el enemigo espera que seas negativo y quejumbroso. La alabanza hará que derrotes gigantes en tu vida.