Todos enfrentamos momentos en los que sentimos que estamos en desventaja. Otros tienen más experiencia, más calificaciones, más recursos y obtienen buenos descansos, las mejores posiciones. Es fácil sentirse pasado por alto, excluido, secundario, sin tener mucho que ofrecer. Pero Jesús dice: "Los últimos serán los primeros" (Mateo 20:16). Dios sabe cómo invertir el orden. Le encanta promocionar a las personas que no son las siguientes en la fila, que están descontadas, y empujarlas hacia su destino. Un turno, un buen descanso, y pasarás de ser ignorado a estar a cargo, de ser irrespetado a ser honrado.
No te desanimes si sientes que eres el último, por así decirlo. Estás en la posición perfecta para que Dios se muestre en tu vida. La última es una configuración. Ser descartado y excluido no es cómo termina su historia. Se avecina un cambio, un cambio, de repente, algo poco común, cuando Dios te catapulta de atrás hacia adelante, de pedir prestado a prestar, de los negocios lentos a los negocios en auge, de la enfermedad a la salud. No podrías haber hecho que sucediera. Las personas que no te darían la hora del día de repente te admirarán. Su matrimonio parecía demasiado ido, pero de repente un revés. Pensaste que tu negocio estaba hecho, luego un turno y de repente las cosas son más fuertes que nunca.
Ahora, ponte de acuerdo con Dios. No más "Nunca saldré adelante" o "Nadie me da la hora del día". Dale la vuelta y di: "Padre, gracias porque se avecina un cambio. Gracias porque estás cambiando las cosas a mi favor, porque saldré más fuerte, más saludable, promovido y honrado". No vivas con una mentalidad de víctima o una mentalidad de carencia. Tu destino en la vida es sobresalir, ser la cabeza y no la cola. Puedes ser la cola ahora, pero eso es temporal. Los buenos descansos, las conexiones divinas y el favor te catapultarán al frente.
Ahora, usted no tiene que hacer que esto suceda. No tienes que esforzarte, manipular a la gente o forzar las puertas para que se abran. Sigue honrando a Dios, haciendo lo correcto cuando es difícil, siendo bueno con las personas que no lo son contigo. Sigan alabando y dando gracias a Dios. Tú haz tu parte, y Dios hará la Suya. La promoción no viene de la gente; viene del Señor. Levanta uno y deja otro. Ve que lo pasan por alto, lo menosprecian, lo tratan injustamente y lo pasan mal. El Dios a quien servimos sabe invertir el orden. Irás de atrás hacia adelante, de ser ignorado a ser honrado, de luchar a tener éxito. Puede que aún no haya sucedido, pero se acerca tu momento. Su reversión ya está en el cronograma.