Hebreos 4:2, NVI
Mas no les aprovechó la palabra que oyeron, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
En las Escrituras, Dios nos ha dado cientos de poderosas promesas que dicen que viviremos una vida abundante, seremos sanos y completos, experimentaremos favor, aumento, restauración, y así sucesivamente. Pero a pesar de lo alentadoras e inspiradoras que son las promesas, por sí solas no te harán ningún bien. Son sólo palabras agradables y alentadoras. Tienes que agregar el único ingrediente que activa el poder, que hace que las promesas cobren vida y se conviertan en lo que Dios dice, y eso es la fe.
Las promesas de Dios pueden traer sanidad, pueden restaurar relaciones, pueden catapultarte a un nuevo nivel, pero no verás ningún cambio hasta que las enciendas. Estás al borde de que Dios haga algo que nunca has visto. ¿Por qué no empiezas a mezclarte en fe con Sus promesas hoy? La fe enciende las promesas y suceden cosas poderosas. Cuando crees, los ángeles se ponen a trabajar. Cuando creas, se abrirán puertas sobrenaturales. Cuando creas, vencerás a los gigantes. Cuando creas, lograrás sueños mucho más grandes de lo que pensabas.