¡No temáis! - 1 Juan 4:8
Estudio Biblico
1 Juan 4:18
¿No sería mejor todo en la vida si no tuviéramos que lidiar con el miedo? Por supuesto, existen temores saludables que nos alertan del peligro, y estos son buenos porque nos protegen. También está el temor de Dios, lo que significa tener un asombro y un respeto santos y reverenciales por Él. Pero hay un miedo debilitante que Satanás trata de ponernos todos los días con la intención de evitar que tengamos el poder, el amor y la mente sana que Dios quiere que tengamos.
Si alguna vez ha luchado como yo una vez con la ansiedad, está familiarizado con la preocupación, el estrés y la sensación de pesadez que conlleva. Muchas personas luchan con el miedo que no tiene una causa o fuente obvia. Se preguntan por qué siempre tienen miedo y no pueden cambiar, sin importar cuánto lo intenten. Otros pasan cada minuto preocupándose por lo que podría pasar. "Y si . . .” es su frase favorita. “¿Qué pasa si no puedo pagar las cuentas?” “¿Qué pasa si mi hijo se lastima?” “¿Qué pasa si mi esposo pierde su trabajo?” La lista interminable de posibles tragedias mantiene a las personas atadas y miserables todos los días de sus vidas.
Están sucediendo muchas cosas serias en el mundo, y debemos ser conscientes de ellas y prepararnos para ellas. Pero también tenemos que aprender a resistir el miedo cuando se levanta contra nosotros. La Palabra nos dice, Dios no nos dio un espíritu de timidez (de cobardía, de miedo cobarde y servil y adulador), sino [Él nos ha dado un espíritu] de poder y de amor y de mente tranquila y equilibrada y disciplina y dominio propio (2 Timoteo 1:7 AMPC).
A veces pensamos en el miedo como una emoción, pero debemos darnos cuenta de que el miedo es en realidad un espíritu. De hecho, creo que el miedo es una de las herramientas favoritas de Satanás, y en particular le encanta atormentar a los cristianos con él. En cada oportunidad posible, te susurrará al oído, diciéndote que Dios te ha olvidado y que no hay esperanza. Tiene sentido que Satanás intente intimidarnos con miedo. Pero Jesús dijo: ¡Todas las cosas pueden ser (son posibles) para el que cree! (Marcos 9:23 AMPC). ¡Tenemos que creer que no hay nada peor para el enemigo que un cristiano que cree en la Biblia y que no tiene miedo! Dios no nos prometió que la vida sería fácil. Todos enfrentaremos problemas y desafíos. Pero el resultado depende de si confiamos en Dios o cedemos al miedo. El Salmo 23: 4 (AMPC) dice:Sí, aunque ande en valle [profundo, sin sol] de sombra de muerte, no temeré ni temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo; Tu vara [para proteger] y Tu cayado [para guiar], me consuelan. El salmista David dijo que caminó por el valle.
Cuando tememos o nos asustamos, podemos estar seguros de que no es Dios obrando, sino uno de los trucos astutos de nuestro enemigo espiritual. Si puede hacernos pensar que Dios nos odia o quiere castigarnos, permitiremos que esos pensamientos llenen nuestra mente y empezaremos a perder la batalla. Dios es amor. Nunca podemos decir esas palabras lo suficiente. Lo único que podemos agregar es—y Dios me ama. El miedo es un espíritu al que hay que enfrentarse de frente, ya que no se irá solo. Debemos proclamar la Palabra de Dios y mandar al miedo que se vaya. Entonces, la próxima vez que el miedo toque a tu puerta, ¡envía fe para responder!
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