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El peligro de la amargura - 1 Samuel 18:6-30

Estudio Biblico


1 Samuel 18

¿Ha visto usted alguna vez a una persona que se deja llevar por la amargura? Es muy triste ver a alguien consumido por ese tipo de oscuridad. Ninguno de nosotros tiene la intención de terminar en esa condición, pero a menos que nos protejamos contra ella, la amargura puede apoderarse de nosotros.

Eso es lo que le sucedió al rey Saúl. Comenzó su reinado con grandes bendiciones: la unción de Dios, la guía del profeta Samuel y la admiración del pueblo. Sin embargo, murió como un hombre amargado porque permitió que los celos, la ira y el miedo dominaran su vida.

En vez de regocijarse de que Dios había usado a alguien para matar al gigante Goliat, Saúl se puso celoso y resintió el hecho de que David recibiera más elogios que él. Pronto el rey se volvió desconfiado y temeroso porque sabía que había perdido el favor del Señor, que ahora se lo estaba mostrando a David. Desesperado, Saúl planeó matarlo.

Aunque los detalles de su vida difieren de los de Saúl, los pasos que llevan a la amargura y la ruina son los mismos. ¿Los celos han envenenado su mente? ¿Ha permitido que la ira saque lo peor de usted? ¿A quién evita? ¿A quién no soporta? Si cualquiera de estas cosas se aplica a usted, confiésela a Dios. Luego pídale que transforme su mente y sus emociones para que su amargura desaparezca.

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PASAJE BIBLICO

1 Samuel 18
18:6 Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.

18:7 Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.

18:8 Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.

18:9 Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.

18:10 Aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano.

18:11 Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.

18:12 Mas Saúl estaba temeroso de David, por cuanto Jehová estaba con él, y se había apartado de Saúl;

18:13 por lo cual Saúl lo alejó de sí, y le hizo jefe de mil; y salía y entraba delante del pueblo.

18:14 Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él.

18:15 Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él.

18:16 Mas todo Israel y Judá amaba a David, porque él salía y entraba delante de ellos.

18:17 Entonces dijo Saúl a David: He aquí, yo te daré Merab mi hija mayor por mujer, con tal que me seas hombre valiente, y pelees las batallas de Jehová. Mas Saúl decía: No será mi mano contra él, sino que será contra él la mano de los filisteos.

18:18 Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, o la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?

18:19 Y llegado el tiempo en que Merab hija de Saúl se había de dar a David, fue dada por mujer a Adriel meholatita.

18:20 Pero Mical la otra hija de Saúl amaba a David; y fue dicho a Saúl, y le pareció bien a sus ojos.

18:21 Y Saúl dijo: Yo se la daré, para que le sea por lazo, y para que la mano de los filisteos sea contra él. Dijo, pues, Saúl a David por segunda vez: Tú serás mi yerno hoy.

18:22 Y mandó Saúl a sus siervos: Hablad en secreto a David, diciéndole: He aquí el rey te ama, y todos sus siervos te quieren bien; sé, pues, yerno del rey.

18:23 Los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?

18:24 Y los criados de Saúl le dieron la respuesta, diciendo: Tales palabras ha dicho David.

18:25 Y Saúl dijo: Decid así a David: El rey no desea la dote, sino cien prepucios de filisteos, para que sea tomada venganza de los enemigos del rey. Pero Saúl pensaba hacer caer a David en manos de los filisteos.

18:26 Cuando sus siervos declararon a David estas palabras, pareció bien la cosa a los ojos de David, para ser yerno del rey. Y antes que el plazo se cumpliese,

18:27 se levantó David y se fue con su gente, y mató a doscientos hombres de los filisteos; y trajo David los prepucios de ellos y los entregó todos al rey, a fin de hacerse yerno del rey. Y Saúl le dio su hija Mical por mujer.

18:28 Pero Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba,

18:29 tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días.

18:30 Y salieron a campaña los príncipes de los filisteos; y cada vez que salían, David tenía más éxito que todos los siervos de Saúl, por lo cual se hizo de mucha estima su nombre.

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