Coalición TGC | Romanos 12:11 | 0 | 110
Calificar

Cuando tenemos pasión por lo trivial y apatía por lo vital - Romanos 12:11

Estudio Biblico



Un llamado elevado
Jonathan Edwards, el predicador y teólogo del siglo XVIII, era joven cuando escribió setenta resoluciones personales para ayudar a mantener su vida espiritual enfocada, enérgica y centrada en Dios. Su tercera resolución dice: «Resuelvo que si alguna vez caigo o me vuelvo perezoso de tal manera que falle para no mantener estas resoluciones, me arrepentiré de todo lo que pueda recordar, cuando recupere mi sensatez». Una resolución posterior hace eco de ese sentimiento: «Resuelvo vivir con todas mis fuerzas, mientras viva». Como pastor que enseñaba regularmente la Palabra de Dios, escalando las alturas de doctrinas como la soberanía de Dios, el cielo y el infierno, la justificación por la fe, y otras más, era muy consciente de que el corazón —incluso más que el intelecto— es siempre el factor decisivo. Sabía que quienes se exponen a las verdades cristianas más profundas y ricas a menudo no responden a esas mismas verdades. Por eso resolvió que haría todo lo posible por liberarse cada vez que fuera presa de esa insensibilidad e indiferencia.

No solo Edwards, sino todos los cristianos están llamados a vivir con celo. Pablo escribe: «No sean perezosos en lo que requiere diligencia. Sean fervientes en espíritu, sirviendo al Señor» (Ro 12:11). Instruye a los cristianos a mantener una intensidad espiritual en sus vidas. Debemos ocuparnos con energía de las cosas de Dios. Esto es un llamado elevado, aunque sea uno realmente difícil.


La paradoja de la apatía
La mayoría de los cristianos, si no todos, pasan por períodos en los que su pasión por Dios disminuye. Pero hay algunos de nosotros que experimentamos largos períodos de tiempo en los que simplemente no nos interesa comprometernos con nuestra fe. Nada nos motiva a orar; nada nos entusiasma sobre Cristo. Nos sentimos aburridos y atascados. Nos sentimos apáticos.

Sin embargo, lo interesante de nuestra apatía es que solo parece apuntar a las cosas significativas, a las espirituales, a las que están destinadas a darnos vida. La apatía es muy selectiva. De hecho, un experto clínico en apatía define las formas típicas de apatía como «apatía selectiva». Este término describe cómo las personas relativamente sanas pueden perder dramáticamente el interés por algunas cosas, pero no por todas. Aquí radica la inquietante paradoja de la apatía para los cristianos. Los que luchamos contra la apatía podemos encontrarnos a menudo capaces de entusiasmarnos con cosas triviales o menos significativas. Los deportes, las noticias o la última serie «imperdible» de Netflix, estas cosas son capaces de ponernos en movimiento.

La paradoja de la apatía es que, para los apáticos espirituales, existe una relación inversa entre la grandeza de una verdad y nuestra respuesta emocional y práctica hacia ella. Cuanto más grande es la verdad, menos nos importa dicha verdad. Me imagino que hay una serie de razones para esto, incluyendo la ley básica de que la familiaridad genera desprecio. Es cierto que muchos cristianos están (con razón) muy, muy familiarizados con verdades astronómicamente importantes. Sin embargo, sea cual sea la razón, nos aburren las cosas grandes: cuanto más grandes, más aburridas. Irónicamente, nos adormece la grandeza.

Adormecidos por la trivialidad
El crítico cultural Neil Postman escribió una vez: «El público se ha adaptado a la incoherencia y se ha divertido hasta la indiferencia». Él señala que nuestra apatía a veces puede no solo derivar de que las cosas significativas se vuelvan demasiado familiares, sino de estar inundados de cosas triviales. Durante todo el día, los medios de comunicación o las redes sociales compiten por nuestra atención. Nos presentan cosas triviales una tras otra —rupturas de estrellas de realities, un expresidente que dice esto o aquello, desaires en los premios y atletas que tuitean lo que sea— y nos piden que las tratemos como si fueran acontecimientos monumentales. Aunque sabemos que estas cosas no son tan importantes, una dieta constante de trivialidades nos desgasta. Poco a poco nos insensibilizamos y cada vez es más difícil sentir la grandeza de algo que es realmente importante. Si todo es importante, nada lo es realmente.

La paradoja de la gracia
¿Qué tiene que decir Dios a los adormecidos por lo magnífico y lo sin sentido? Su primera palabra para nosotros no es de condenación. Al igual que con otras enfermedades del alma, Dios entra en nuestra apatía para liberarnos, sanarnos y perdonarnos. De hecho, lo primero que necesitamos es armarnos con la verdad de que no somos nuestra apatía. La indiferencia no nos define, aunque en el momento presente pueda parecerlo. Lo que nos define principalmente es lo que Dios ha hecho por nosotros a través de Cristo. Ya hemos sido liberados de la esclavitud a la apatía, sanados de la inclinación a la indiferencia, perdonados por nuestra insensibilidad. Los apáticos no están excluidos de la gracia de Dios.

No nos equivoquemos, no se trata de un amor sensiblero y de una autoafirmación. No hay duda de que debemos admitir que estamos en un mal lugar. Sin embargo, aquí es donde encontramos la paradoja de la gracia. Hay una oración maravillosa que capta esta paradoja:

Permíteme aprender por medio de la paradoja
Que el camino hacia abajo lleva hacia arriba,
Que rebajarse es enaltecerse,
Que el corazón quebrantado es el sanado,
Que el espíritu contrito es el de regocijo,
Que el alma pesarosa es la victoriosa.

Cuando estamos en lo más bajo y nos sentimos con menos fuerza; cuando estamos atascados en el fango de nuestra apatía, pero nos acercamos a Dios, entonces conoceremos Su gracia más plenamente. La apatía puede ser una de las cosas más difíciles de superar. Puede ser desconcertante y se siente imposible de vencer. La paradoja de la apatía —que estamos insensibilizados ante las cosas más grandiosas— puede ser conquistada por la paradoja de la gracia, cuando confesamos nuestra impotencia y abrazamos realmente la buena noticia del corazón bondadoso y misericordioso de Dios.

La práctica hace la pasión
Sin embargo, la gracia de Dios no es una invitación a simplemente «dejar todo en manos de Dios». No es una justificación para la pasividad a la hora de librarnos de nuestra apatía. Esta es otra dimensión de la paradoja de la gracia y el apóstol Pablo la capta cuando escribe: «Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí» (1 Co 15:10). La gracia capacita. La gracia motiva. La gracia hace que nos esforcemos realmente en nuestra lucha por la piedad.

Cuando se trata de vencer la apatía, realmente estamos en una batalla. Pero el camino hacia la victoria en esta lucha pasa por cultivar un corazón menos propenso a la apatía y pronto a responder a ella cuando surge.

Quisiera sugerir dos prácticas que pueden ayudar a cultivar lo significativo en tu vida y deshacer los efectos paralizantes de lo trivial.[1] Este sentido renovado de propósito es un antídoto contra la apatía.

Practica el silencio. En medio de la avalancha de noticias, opiniones y ruido, tenemos que hacer del silencio y la soledad una prioridad. ¿De qué otra manera podemos tener el espacio para procesar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestro sentido de llamado, nuestros valores, nuestra misión? Sabemos que nuestro Señor se apartaba regularmente para pasar momentos de soledad y oración (Mt 14:13, 23; Lc 4:1-2; 5:16; 6:12). Estos tiempos de silencio probablemente le ayudaban a prepararse para los tiempos difíciles que se avecinaban, a llorar y a orar profundamente. No creo que podamos orar profundamente a menos que tengamos claridad sobre lo que sucede en nuestro corazón. Tal vez queramos planificar tiempos de soledad prolongada (tal vez veinticuatro horas), en los que nos escapemos a algún lugar y nos desconectemos. Otra opción es intentar inyectar momentos de soledad en nuestra vida cotidiana. Tal vez elijamos no escuchar nada durante los quince minutos de camino al trabajo o los treinta minutos de ejercicio matutino. Pequeñas decisiones como estas pueden ayudar a despejar nuestra mente, liberándonos para pensar en lo que realmente importa.

Practica la gratitud. La gratitud es una parte central de la vida cristiana. Pero mientras pensamos en la apatía y la trivialidad, quiero destacar la naturaleza subversiva de la gratitud. Pablo escribe: «Tampoco haya obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias» (Ef 5:4). Observa cómo la acción de gracias neutraliza la palabrería sucia, vacía, trivial y burlona. Sustituimos la trivialidad por la gratitud a Dios. El hecho de mencionar todas las cosas buenas que tenemos de parte de Dios da inmediatamente una perspectiva a nuestra vida diaria. Pablo incluso sugiere que el agradecimiento infunde significado a cada buen regalo que Dios ha dado: «Nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias» (1 Ti 4:4). Empieza por agradecer a Dios todas las mañanas por las cosas cotidianas, como una ducha caliente, el desayuno, la familia, un trabajo a donde ir. Durante las temporadas difíciles, haz una pausa y escribe las cosas por las que estás agradecido. Los expertos han demostrado que los que escriben aquello por lo que están agradecidos muestran una mayor salud mental que quienes no lo hacen.

Que Dios nos ayude en nuestra lucha por apasionarnos por las cosas que importan.

TE PUEDE INTERESAR

El valor del discernimiento Proverbios 2:1-11 Pastor Charles Stanley Encontacto.org

Si usted hiciera una lista de las cosas que más quiere en la vida, ¿sería un espíritu de discernimiento una de ellas? El Señor da un gran valor a este atributo, y quiere que todos lo tengamos. Si no lo tenemos, tomaremos decisiones equivocadas. El discernimiento es la capacidad de darse cuenta de lo que no es obvio o evidente. Por ejemplo, ¿puede usted señalar la diferencia entre legalismo y libertad? Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestras convicciones personales, pero no todas ellas son...
Ver Mas

Comentario Proverbios 2:1-9 Promesas para los que buscan sabiduría. Proverbios 2:1-9 Comentario de Matthew Henry

Vv. 1—9. Quienes buscan fervorosamente la sabiduría celestial nunca se quejarán de haber perdido su esfuerzo; la libertad del don no elimina la necesidad de nuestra diligencia, Juan vi, 27. —Buscad y hallaréis; pedid y se os dará. Obsérvese a los que así son favorecidos. Ellos son los justos, en quienes es renovada la imagen de Dios que consiste en justicia. Si dependemos de Dios y vamos en pos de la sabiduría, Él nos capacitará para guardar las sendas del juicio.
Ver Mas

Los beneficios de la oración Romanos 12:10-12 Pastor Charles Stanley Encontacto.org

Al Señor Jesús le encantaba hablar con su Padre y buscar siempre la oportunidad de estar a solas con Él. A veces, hablaba con Dios delante de muchas personas, o pedía a algunos de sus discípulos que lo acompañaran a orar. Debido a que oraba con frecuencia, el Señor Jesús seguía la dirección del Padre, participaba de su trabajo, y comunicaba sus palabras.Cuando tomamos en serio la oración, nuestra intimidad con el Señor crece. Cuanto más escuchamos y hablamos con Dios, más lo conocemos. Todo lo c...
Ver Mas

Comentario Romanos 12: 9-16. Exhortaciones a diversos deberes. Romanos 12:9-16 Comentario de Matthew Henry

Vv. 9—16. El amor mutuo que los cristianos se profesan debe ser sincero, libre de engaño, y deadulaciones mezquinas y mentirosas. En dependencia de la gracia divina, ellos deben detestar ytenerle pavor a todo mal, y deben amar y deleitarse en todo lo que sea bueno y útil. No sólo debemoshacer lo bueno; tenemos que aferrarnos al bien. Todo nuestro deber mutuo está resumido en estapalabra: amor. Esto significa el amor de los padres por sus hijos, que es más tierno y natural quecualquier otro; es e...
Ver Mas

El discernimiento Espiritual Proverbios 2:1-7 Pastor Charles Stanley Encontacto.org

En algún momento, todos nos hemos sentido confundidos, indecisos o desorientados. Podemos vivir victoriosa y confiadamente solo cuando tenemos la capacidad de ver la vida desde la perspectiva de Dios. Necesitamos su ayuda para poder distinguir entre el bien y el mal, lo bueno y lo mejor, y la verdad y la mentira.Cada día tomamos decisiones, algunas triviales y otras importantes. El Señor no quiere que nos formemos juicios basándonos en simples apariencias o en el limitado razonamiento humano. Di...
Ver Mas

Ajusta tu actitud Romanos 12:10-11 JOYCE MEYER

Romanos 12:10-11Dios quiere que seamos positivos, alegres y entusiastas. No hay nada negativo en Dios, y si queremos caminar con Él y que Sus planes se manifiesten en nuestras vidas, es esencial que elijamos no ser negativos también.Una actitud positiva llena de esperanza alimenta la alegría y el entusiasmo. Tu actitud es enteramente tuya. Nadie puede obligarte a tener una buena o una mala; es enteramente su elección.Tu decisión determina la calidad de tu vida. Entonces, ¿por qué no tomar la dec...
Ver Mas

Siente la quemadura Romanos 12:11 PASTOR JOEL OSTEEN

Romanos 12:11, NVINunca se demore en el celo y en el esfuerzo ferviente; sed resplandecientes y ardiendo con el Espíritu, sirviendo al Señor.En la Escritura de hoy, el apóstol Pablo no dijo: "Nunca se desanimen en la fe, en la confianza o en la experiencia". Él dice: "Nunca te desanimes en tu celo". Él estaba diciendo: "Si te mantienes apasionado por tus sueños y por lo que Dios prometió, si no te atrasas en celo, entonces lo que te atrasa eventualmente cambiará. Es posible que te atrases en rec...
Ver Mas

Compartir las cargas en la Iglesia Romanos 12:9-13 Pastor Charles Stanley Encontacto.org

Aunque los pastores están llamados a atender las necesidades de las personas en la iglesia, este deber no es solo de ellos. Y no tiene nada que ver con el tamaño del equipo pastoral; toda la congregación debe involucrarse en el cuidado mutuo.Cada cristiano está dotado para servir a otros creyentes. Primero, Dios ha distribuido dones espirituales que nos permiten ministrar de la manera particular que Él ha determinado para cada quién. Y, segundo, es posible que usted haya pasado por pruebas simil...
Ver Mas

¡No pierdas el entusiasmo! Romanos 12:11-12 Pastor Julian Alvarez

Entusiasmo lo podríamos definir como un sentimiento intenso y apasionado que se manifiesta en la manera de hablar o de actuar. Es normal que cuando una persona decide emprender un nuevo proyecto llámese un nuevo empleo, un negocio o una relación inicie con todo la motivación y el entusiasmo. Pero con el tiempo, vemos un problema y es que en la mayoría de casos las personas experimentan un declive en el entusiasmo con el que se hacen las cosas. Existen muchas razones por las cuales perdemos e...
Ver Mas

Cómo Permanecer Entusiasmado toda la Vida Romanos 12:11-12 RICK WARREN

“Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración”. Romanos 12:11-12 (NVI)Para poder lograr tus metas, tienes que poder mantener tu entusiasmo a largo plazo. Ralph Waldo Emerson dijo, “Nunca lograrás nada grande sin entusiasmo”. Yo creo eso con todo mi corazón. Esa frase se ha hecho realidad en mi vida. Tienes que tener pasión, tienes que tener entusiasmo, o nunca...
Ver Mas

PASAJE BIBLICO

Romanos 12
12:11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;

SIGUENOS EN REDES SOCIALES