La mayoría de las personas tenemos muchos conocidos, pero todos tenemos la profunda necesidad de ser conocidos y comprendidos por nuestros seres queridos. Esto es así porque fuimos creados a imagen de Dios; Él también desea ser conocido, comprendido y amado por nosotros.
Así como usted no quiere ser conocido solo por los detalles superficiales de lo que parece ser, no es suficiente saber acerca del Señor. Él quiere que sepamos cómo piensa y siente, qué es importante para Él y cuáles son sus propósitos. Por supuesto, es imposible para el hombre conocer por completo la mente del Creador del universo. En Isaías 55.9, Él nos dice: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”. La profundidad y anchura de su mente son tan grandes, que jamás seremos capaces de entenderlo plenamente en esta vida.
Sin embargo, podemos entender mejor el corazón de Dios y su naturaleza, buscándole con ahínco y aprendiendo día a día de su Palabra. Si realmente deseamos andar en sus caminos, debemos conocerlo de verdad. Llegamos a conocer mejor a nuestros amigos compartiendo más experiencias juntos. Asimismo, también entenderemos mejor a Dios cuanto más tiempo caminemos con Él y meditemos en lo que Él ha revelado sobre sí en la Biblia.
Dios quiere que usted le busque con todo su corazón y promete que si lo hace, lo encontrará (Jer 29.13). Por tanto, la próxima vez que sienta la necesidad de que le entiendan mejor, recurra a Aquel que le entiende perfectamente. Pero más importante aún, pídale que le ayude a conocerle a Él mejor.