“La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es la deshonra de cualquier pueblo”. Proverbios 14:34 (NTV)
Dios creó el matrimonio para la construcción de la sociedad.
El matrimonio es el bloque de construcción fundamental de cada comunidad, iglesia, estado, nación, sociedad y cultura. Si sabes algo de historia, sabes que donde los matrimonios son fuertes, las culturas, las naciones y los imperios son fuertes. Sabes que dondequiera que los matrimonios y las familias sean débiles, las culturas y las naciones están en declive. Sabemos que cuanto más se devalúan los matrimonios, más decae una nación.
Es muy obvio en qué dirección se dirige nuestra nación en este momento. Estados Unidos no está mejorando. No se está volviendo más fuerte. Va en la otra dirección. ¿Por qué? Porque ya no valoramos el matrimonio y la familia. Todo es acerca de “mí”. Tenemos que hacer lo que es mejor para nosotros. Hemos hecho del individualismo un ídolo.
¡Pero Dios nunca tuvo la intención de que fuera así! Cuando le damos un gran valor al matrimonio, construimos una sociedad y la fortalecemos. Nos necesitamos unos a otros, y necesitamos matrimonios fuertes.
“La justicia engrandece a la nación, pero el pecado es la deshonra de cualquier pueblo” Proverbios 14:34 (NTV).
Reflexiona sobre esto:
¿De qué manera has visto la cultura estadounidense o tu propia cultura declinar a medida que se devalúan el matrimonio y la familia?
¿Por qué crees que parece más fácil valorarte a ti mismo que a los demás?
¿Cómo contribuyen los matrimonios fuertes a una sociedad más fuerte en su conjunto?