Y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos (Col 1:20).
Pablo dice que Dios reconcilia consigo mismo toda la creación por medio de Cristo. Es decir, en Cristo hay una reconciliación entre la creación y Dios. Toda la creación vuelve a Dios para sujetarse y estar en armonía con su Creador.
La cruz restaura el orden y funcionamiento apropiado de toda la creación buena de Dios (Ro 8:19- 22). El desorden, la separación, la esclavitud y la corrupción a la que quedó sometida la creación será cambiada por orden, paz, libertad, vida e incorruptibilidad, gracias a la sangre derramada en la cruz.
Esto es motivo de esperanza. Esperanza real y segura. Un día todo regresará al orden sano, ordenado, placentero y armonioso que Dios quiso para Su creación buena.
Hoy podemos llorar, gemir y sufrir, pero tenemos la esperanza de saber que este estado actual de las cosas no es permanente. La condición presente del mundo no es definitiva. El dolor, la angustia, la muerte, la injusticia y los malos entendidos son temporales. Un día todas estas cosas no serán parte de la creación restaurada por Dios.
El Señor ha provisto una redención eterna y completa obtenida en la cruz del calvario. Todo será reparado y restaurado al orden sabio y bueno de Dios. Todo, incluyendo las cosas en la tierra y en los cielos.
Meditemos y pidamos al Señor que nos dé convicción de esta realidad futura. Que la esperanza de estar con Cristo en gloria no sea solo como una mera ilusión, sino lo que verdaderamente es: una realidad objetiva que aguardamos y de la que participaremos por siempre.
Oremos que la vida eterna y los cielos nuevos y tierra nueva sean realidades que estén vivas y presentes en nuestras mentes y corazones. Que la futura restauración de la creación le dé forma a nuestros pensamientos, que nos consuele en el sufrimiento, que nos guíe en cómo vivir y cómo interpretar esta realidad actual llamada mundo.