“Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin”. Mateo 24:14 (NTV)
La conclusión de la historia es inevitable
Creo esto con todo mi corazón. Es un hecho consumado. Se acabará. Será terminado. No hay duda. Leí el capítulo final.
La Palabra de Dios nos dice cómo va a terminar. Un día Dios va a envolverlo todo aquí en la Tierra, y se llevará a sus hijos a casa en el cielo para que estén con Él para siempre. La Biblia dice: “Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin” Mateo 24:14 (NTV).
Les voy a decir algo realmente importante. No estamos tratando de establecer un reino aquí en la tierra. Estamos tratando de poblar el Reino de los Cielos. Queremos que todos nuestros amigos y todos los demás estén con nosotros en el Cielo. Nuestro objetivo es llevar a las personas al Reino de Dios para que puedan estar con Él por la eternidad.
¿Cómo damos gloria a Dios? Obtenemos gloria cuando lo amamos con todo nuestro corazón. Dios recibe gloria cuando amamos a otras personas en la familia de Dios. Dios recibe gloria cuando amamos a las personas que no son amadas. Dios recibe gloria cuando compartimos las Buenas Nuevas con todos. Dios obtiene gloria cuando le confiamos los problemas en nuestras vidas que no pueden resolverse excepto a través de un milagro. Y Dios obtiene gloria cuando sabemos y confiamos en que el final es inevitable y que Él gana.
¿Suena eso como la forma en que quieres vivir tu vida? Si es así, haz esta sencilla oración hoy:
“Querido Jesucristo, quiero ser parte de lo que estás haciendo en el mundo. Creo que quieres usarme. Quiero volver a mi primer amor: tú. Quiero ser tus manos y tus pies en el siglo XXI. Ayúdame a creer y vivir según tus convicciones. En tu nombre oro. Amén”.
Reflexiona sobre esto:
¿Qué deberías cambiar en tu vida cuando crees que Dios ya ha escrito el final de la historia y que gana?
¿En qué problema o situación aparentemente imposible necesitas confiar en Dios?
¿Con quién puedes compartir el Evangelio hoy para que puedan unirse al Reino de Dios?
No importa lo que hayas hecho o dónde hayas estado, Dios quiere que te unas a Él en su Reino eterno algún día. Así es, tienes un lugar en la familia eterna de Dios listo y esperándote. La invitación está abierta de par en par. Solo cree y recibe.
¿Estás listo? Aquí hay una oración con la que puedes comenzar: “Querido Dios, sé que cuando muera, te daré cuenta de mi vida. Sé que he pecado contra ti y he vivido según mi plan, no el tuyo. Quiero que eso cambie, comenzando ahora mismo. Quiero apartarme de mis pecados y volverme hacia ti.
Gracias por enviar a Jesús a morir por todo lo que hice mal para no tener que pagar la pena. Sé que no merezco tu perdón. Sé que solo tu gracia puede salvarme, Señor. Nunca podría ser lo suficientemente bueno como para llegar a un lugar perfecto.
Jesús, gracias por amarme tanto que cargaste con toda mi culpa. Me hiciste aceptable para el Cielo y humildemente te pido que me salves. Yo creo en ti, Jesús. Y creo que mantendrás tu promesa de salvarme instantáneamente, ciertamente, por completo y eternamente. Y sé que cuando deje esta Tierra, me uniré a ti en tu Reino. En el nombre de Jesús. Amén”.